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España España · Almería
Voto de Gabriel Ufa:
7
Romance. Drama George Eastman (Montgomery Clift), un joven sin recursos, consigue un trabajo gracias a un pariente lejano, el rico industrial Charles Eastman (Herbert Heyes). El empleo es un puesto en su fábrica, pero tan modesto que le impide la entrada en su círculo social. A pesar de ello, el joven conoce a Ángela Vickens (Elizabeth Taylor), una bellísima aristócrata de la que se enamora. Pero George tiene novia, una humilde empleada de la fábrica, ... [+]
10 de julio de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Un lugar en el sol" es una notable película, un romance memorable, con momentos que roza la grandeza (por el fantástico trabajo del trío Stevens-Clift-Taylor) pero se queda a un paso de entrar en el olimpo de las más grandes, por una segunda parte del film inferior respecto a la primera; de no ser por esto, estaríamos hablando de una obra maestra.

Donde apenas tiene rival es en la fabulosa pareja Elizabeth Taylor-Montgomery Clift. ¿Ha habido una pareja cinematográfica como ésta? Posiblemente sólo le supere la de "La gata sobre el tejado de zinc", con la propia Elizabeth Taylor y el inolvidable Paul Newman. Pocas parejas pueden presumir del derroche de belleza, elegancia y glamour que destila este dueto.

Lo que hace grande al film, aparte de su inolvidable pareja, es la buena dirección de George Stevens. Tiene ante sí a dos actores irrepetibles, pero hay que saber dirigirlos, modelar una joya en bruto como era Liz Taylor (¡17 años!), cosa que hace a la perfección a tenor de las interpretaciones. Una gran cualidad de George Stevens es su serenidad para contar la historia. Destila una gran elegancia en la narración (cine clásico en estado puro, luego con los matices morales), deja que los hechos se vayan sucediendo por sí mismos, con gran naturalidad. Tiene la habilidad de mostrar el doble romance con estilos contrapuestos: si bien uno es propio casi del cine negro, con iluminación de claroscuros y planos yuxtapuestos, los encuentros con Angela (Liz Taylor) atienden a una iluminación suave y primeros planos.

Ya desde el mismo inicio, Stevens filma unos planos de Monty que invitan a ver la película. Además, hay momentos maravillosos. Está fenomenalmente logrado todo el cortejo de Clift a Shelley Winters ( no fanfarroneo si digo que que Monty nació para seducir, al menos en el cine). Uno puede imaginarse (aunque sea de otra generación) cómo empezaban esas parejas de los 50. Y luego está Elizabeth Taylor, una auténtica muñeca, quizá la actriz más guapa de la historia (¿traiciono a mi amada Ingrid Bergman?). La escena en que sale con un traje blanco en la sala de billar... se queda uno sin palabras para expresar tanta belleza.
También incluye panorámicas con muy buen gusto y es indudable que cuida mucho la colocación de los actores en el plano.

Yo me quedaría con todo esto, que no es poco. La segunda parte me gusta menos, pero la felicidad no puede ser siempre completa. El dilema moral que se presenta se va gestando, y las consecuencias son imparables. El tratamiento que se da es muy realista y quizá por ello pueda parecer previsible. En cualquier caso, Montgomery Clift lo borda.

No me olvido de la excelente banda sonora de Franz Waxman, que ensalza los momentos de pasión entre Monty y Liz, y raya a un grandísimo nivel durante todo el film.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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