"El gran secreto" funciona como una crónica de la Operación Bandeja de plata (uso de la bomba atómica), aunque es más un biopic de Paul Tibbets, el hombre encargado de pulsar el botón, por así decirlo, que arrojaría la bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima el 6 de agosto de 1945, a las órdenes del presidente norteamericano Harry Truman. No es una película para el análisis, consecuencias y valoraciones posteriores. Para eso, hay que buscar otras fuentes.

Se centra en su carrera militar del piloto Tibbets, poco antes de ser elegido para la decisiva misión y en la preparación de ésta con el bombardero B-29. Aborda su estricto entrenamiento, la preparación a la que él y su equipo son sometidos, con unas normas autodisciplinarias muy férreas y, sobre todo, el conflicto familiar que provocan su mutismo y su rigidez, derivados de su misión secreta.
Se incide también en la enorme responsabilidad de la misión y, en cierto modo, se justifica, aunque esto ya pertenece al terreno de las valoraciones personales.

El film tiene una fluidísima narración y un excelente montaje que le confieren un alto ritmo, haciéndola muy vistosa. Cuenta pequeños detalles del proyecto, como la importancia del factor meteorológico para actuar sobre una u otra ciudad (eran cuatro las posibles). Moralmente, no se incide sobre la repercusión del bombardeo y ciertamente, la película está bastante edulcorada por la relación del matrimonio, algo que puede dejar descontenta a mucha gente.

Las interpretaciones son más que correctas. La bella Eleanor Parker, muy convincente, sabe sacar provecho de un papel, en principio menor, y Robert Taylor borda su rol, especialmente en los momentos más delicados de su relación. También muy convincente.

En definitiva, muy válida para conocer cómo se gestó esta dolorosísima operación en la que murieron miles de personas. Tibbets nunca se arrepinitió. La polémica continúa.