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España España · Almería
Voto de Gabriel Ufa:
10
Drama Thomas, un pastor protestante que celebra los oficios religiosos con la iglesia casi vacía, es un hombre solitario que sufre una profunda crisis espiritual y cuya vida carece de sentido. Incluso el amor que le profesa la maestra Marta se ha vuelto para él una carga insoportable. Su situación se agrava al verse incapaz de ofrecer ayuda alguna a una pareja de campesinos que acuden a él para pedirle consejo. (FILMAFFINITY)
17 de mayo de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada, disculpas por no entrar directamente en la película. Llevaba siete años sin escribir una crítica... perdí el correo... y el equipo de Filmaffinity se ha portado de fábula.Me ha ayudado en todo. Gracias de corazón. También a los "validadores". Gracias.
Al lío. Ingmar Bergman. Casi nada. ¿Con quién mejor que escribir una crítica?

Obra maestra esta segunda parte de la trilogía llamada “el silencio de Dios”, terminología nunca reconocida por Bergman; las otras dos son "Como en un espejo" (1961) y "El silencio" (1963).

La película está llena de momentos espléndidos de cine, no falta un detalle. La secuencia inicial de la eucaristía (magistral) es de una frialdad y una apatía por parte de todos los asistentes casi despectiva. Hasta el Cristo de la parroquia tiene un aspecto tétrico. Parece ser que Bergman, hijo de un pastor luterano, asistía a misa y veía la apatía de los fieles... de ahí pudo surgir esta escena.

No he visto un personaje más seco, más hastiado que el pastor de la pequeña parroquia, excelentemente interpretado por Gunnar Björnstrand. Desde la muerte de su esposa vive amargado y angustiado por sus dudas acerca de la existencia de Dios, una amargura casi palpable en sus miradas, sus gestos, su rostro y su extrema frialdad. Frío como el clima y las toses que aparecen reiteradamente del pastor, en estado febril. Tanto interna como externamente su estado es funesto. Su marcada crisis espiritual va en consonancia con su deplorable estado físico.

La narrativa es austera, concisa, te va atrapando conforme se proporcionan más datos acerca del personaje y de su relación con la maestra, feligresa incondicional (Ingrid Thulin), empeñada hasta cotas insospechadas en casarse con él a pesar de todo. El momento de la carta es excelso.

Dos personajes solos como pocas veces he podido ver. La escena del aula entre ellos dos es de una dureza verbal inusitada, profundísima, pocas veces vista. Los diálogos, conseguidísimos, son despiadados.
El personaje de Max Von Sydow, muy secundario pero de enorme importancia para incidir en la tremenda crisis del pastor. Mención aparte merece la fotografía de Sven Nykvist, con un maravilloso blanco y negro , y una iluminación de los rostros de los protagonistas en los primeros planos de los que se quedan en la retina. Los encuadres de Bergman, de antología.

Es un film poco esperanzador, de eso no cabe duda. La pérdida de fe del que debe hacerla llegar es palpable. Bergman plantea preguntas acerca de la existencia del ser humano y su sentido en la vida, de su fe. El ambiente es opresivo.

Con esta película,Bergman aclararía finalmente sus dudas sobre la existencia de Dios, declarándose ateo desde entonces.

Una de las películas más redondas de Bergman. Absolutamente IMPRESCINDIBLE.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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