Película de muy bajo presupuesto rodada en 1931 en los estudios Elstree, Gran Bretaña, aún con alguna influencia del cine mudo. Un joven Hitchcock, debía tener unos 31 años, hace lo que puede, que es bastante dado los medios a su disposición.

La película presenta una primera parte que se desarrolla en una gran casa muy sombría, con personajes muy desdibujados, y todo resulta bastante confuso, con un hilo argumental débil, con un valioso collar como excusa, el mcguffin por excelencia, vocablo que acuñaría Hitchcock más tarde.

Toda la película está enfocada para mostrar la parte final, donde hay una persecución entre vagones de tren por parte de los protagonistas ( estilo Indiana Jones), mientras le sigue en paralelo un autobús con una escena que intenta poner un poco de humor pero resulta algo ridícula.
Se demuestra aquí la temprana habilidad de Hitcochck para imprimir suspense, junto con un montaje con una sucesión de planos, que es lo más destacado de la película. Pienso en “Psicosis” y el montaje de la escena de la ducha, una de las mejores de la historia… Seguro que esta película le sirvió para ir puliendo su destreza para llegar a ese momento antológico con Vera Miles.
Lástima que se note demasiado el uso de maquetas y alguna aceleración de fotogramas (típico de cine mudo), que estropean un poco toda esta parte de acción.

El final tiene un toque sorpresivo que parece decirnos que no hay que tomarse demasiado en serio la película.

Lo mejor: las escenas de acción, el montaje en ellas y la fotografía del inicio

Lo peor: principio lento y confuso, con aparición de personajes sin mucho sentido