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Voto de WaldosAstoria:
9
Acción Gira en torno a la aparición de Stonebanks, el otro fundador del grupo conocido como Los Mercenarios, en la vida de Barney. Sus caminos se separaron cuando este se convirtió en traficante de armas, por lo que Barney se vio obligado a intentar matarle. Los Mercenarios se enfrentarán a este villano mientras se debaten entre las viejas y las nuevas tácticas de combate. (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2020
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Creo que soy parte de ese universo disidente del que nadie habla, gracias a Dios, porque no sabría que decir... Pero no saber y no tener son dos cosas distintas y como todos me atrevo, lo que no implica desafío sino solo una decente disidencia del diciente.

Recuerdo un viejo juego en el que te pedían escribieras el nombre, genérico por supuesto, de tres animales y les otorgaras tres cualidades a cada uno. Uno podía responder "elefante: fuerte, memorioso, obediente" pero el que conocía el juego solía responder cosas como gato, tigre y lobo, o lobo, león y tigre o cosas por el estilo, porque luego venía la sorpresa:

Las cualidades del primer animal eran las que deseabas que los demás viesen en ti, las del segundo, las cualidades que creías poseer y la del tercero las que realmente tenías, divertido ¿no? pues en esto del cine sucede también algo parecido.

Existen películas que decimos ver, películas que vemos y películas que deseamos ver y jamás coinciden por completo los tres puntos a menos que seas un poco psicópata, como aquellos que no se dejan engañar por ciertos espejismos.

Sylvester Stallone siempre ha sido Sylvester Stallone, republicano de primera hora (al menos en la época de Reagan), filmo la película Rambo reacondicionando el guion para reivindicar a los soldados estadounidenses que lucharon en Vietnam. Rocky no es más que la reivindicación del sueño americano, es decir, un ser fracasado que de repente acepta el mayor desafío de su carrera y se esfuerza para alcanzar esa meta que roza con las puntas de los dedos... y al final lo consigue. Y ahora algunas digresiones.

Existe un cine de autor y un cine comercial, meramente comercial, y la mayoría de quienes participan en esta película adhieren a la segunda opción. La ventaja del cine comercial es que goza de una cadena de distribución impecable, que no ha de sondear en dimes y diretes como la naturaleza humana, los problemas sociales o económicos del momento... no, el cine comercial va a lo que va y Sly es un claro ejemplo de ello. También la mayoría de sus socios, por cierto.

Aceptado esto, heroe de acción más cariño por el money uno puede predecir con bastante acierto que en una película de Stallone se verán más tiros que diálogos brillantes, más patadas en la cara que dulces muestras de afecto, y esta película da lo que promete. acción, golpes, diálogos planos, algún que otro chiste para distender el espíritu y diversión a paladas... si te gustan las películas de este tipo.

Por lo demás la mayoría de las películas de acción, exceptuando honrosas excepciones como Full Metal Jacket, han servido y servirán para justificar la forma yanqui de llevar las cosas en el mundo, cosa que has de aceptar te guste o no porque su gasto en "defensa", solo en "defensa", se acerca al presupuesto íntegro de algunos países del Primer Mundo, claro que su gasto en sanidad los acerca más a los países del quinto mundo pero eso es porque, en los EE.UU., el que quiere puede y el que no es pobre y, por lo tanto, expendable.

Por lo demás, he visto lo que esperaba ver: "Tiros, líos y cosa golda", como solía decir uno de los personajes de una historieta aka comic aka tebeo argentino y, como algún crítico afirma en este hilo, me he divertido como un niño.

¿Por qué no le he puesto un 10? Se preguntarán algunos (o al menos el único incauto que lea esta crítica que, mucho me temo, será el encargado de validarla), porque no estoy de acuerdo con la filosofía yanqui de hacer las cosas, porque me molesta que el malo de la primera sea un latinoamericano, que el malo de la segunda sea un belga aka francés (al menos para ingleses y americanos a juzgar por Poirot) y que para los yanquis el meterse en país ajeno para repartir balas sea motivo de orgullo y de exaltación patriótica pero, que le vamos a hacer, muy atrás han quedado los tiempos de Woodrow Wilson, a quien casi tienen que obligar a intervenir en la Primera Guerra Mundial a punta de pistola. Paradójicamente, ahora son los yanquis los que obligan a los demás a apoyarlos en sus intervenciones armadas y guerras, ya sea con zanahorias o con garrote.

Claro que no creo que el mensaje implícito en este tipo de películas sea intencionado, es más, creo que los estadounidenses son así porque pueden serlo, y que cualquier país militarmente hegemónico lo sería o lo será en su reemplazo, como bien ha quedado demostrado en la historia de la humanidad, porque, en definitiva, los yanquis piensan como en su momento pensaron los romanos y los que vinieron después, incluyendo a España, es decir que ellos creen llevar la verdad a los países que intervienen, a civilizar los incivilizados y, desde ese punto de vista el mundo sigue dividiéndose entre griegos y bárbaros.

Pero ¡Bueno! Que sorpresa, ahora resulta que este tipo de películas también dan para pensar... debería sumarle medio punto por eso.

Un saludo.
WaldosAstoria
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