"Whisper" es otra vuelta de tuerca al género de los niños poseidos. No descubro nada diciendo esto. Enseguida el film, que tiene eso sí un planteamiento central más novedoso desvela sus intenciones diabólicas. Un grupo de secuestradores van a hacerse con un niño rico que tiene más mala leche que todos ellos juntos. El desconocido Steward Hendler debuta en el largo con un ejercicio básicamente entretenido, intrigante, carente de vocaciones más artísticas o innovadoras pero sabiamente ejecutado en sus formas. Su hora y media no cae en tópicos, no cae en excesos, no cae en fallos graves de guión y no aburre casi nunca. Ahora bien, en "Whisper" se echa en falta más riesgos, más creación de atmósferas, más giros buenos de guión. No obstante es un film recomendable para amantes del género de terror mezclado con suspense versión niños poseidos.