Tierna, conmovedora, realista, y un sinfín de adjetivos más son los que podrían resumir esta película. Pero sin duda, "One Day" es un reflejo de la vida de muchos de nosotros, una vida repleta de vaivenes, de cosas que nunca dijimos, de frases inacabadas, de frustraciones ocultas, de girones, de idas y venidas, de enfados y reconciliaciones...

La historia transcurre a través de todos y cada uno de los 15 de Julio que van desde 1988 hasta 2008. 20 años en los que las vidas de Dexter y Emma, se van entrelazando mientras cada cual prosigue su camino. El film da paso a la reflexión. No puedes terminar de verla sin pensar en lo efímero que es el tiempo. Los personajes maduran (física y psicológicamente) a medida que avanza el metraje, al paso de los años y de sus respectivas experiencias. Dexter (¡que gran descubrimiento!), un vividor insaciable, ve en Emma su eterno salvavidas. Emma siempre está ahí, siempre tan dulce, tan "secretamente" enamorada, tan disponible. Parece estar esperándolo a él a través de los años, desde la distancia. ¿Quién no ha vivido un amor como el de los protagonistas? Quizás en la realidad no dure 20 años, quizás una noche, dos, quizás un mes. Pero "One Day" es el amor en estado puro. Evitando los tan empalagosos convencionalismos de la comedia romántica, el film hace uso de los tópicos del amor, mezclándolos con la cruda realidad de la vida, y eso, es lo que hace de ésta, una buena película. Saber que tras las tiernas miradas y los "te quiero", hay también una verdad incómoda, que es, que no siempre todo es tan bonito como nos lo pintan en el cine.