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Voto de Pachi67:
3
2020
Alex Kurtzman (Creador), Hanelle M. Culpepper ...
6,5
2.199
Serie de TV. Ciencia ficción. Drama
Serie de TV (2020-2023). 3 temporadas. 30 episodios. ambientada 18 años después de la última aparición de Jean-Luc Picard en "Star Trek: Nemesis", y encuentra al personaje profundamente afectado por la destrucción de Romulus como se muestra en la película "Star Trek" (2009).
16 de enero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Conste que no soy un trekkie de pro pero mi pareja sí lo es y ya se sabe lo de las malas compañías. He acabado viendo todas las series de Star Trek menos la de Kirk, de la que solo he visto alguna película y episodios sueltos. Y la verdad es que he acabado cogiéndole mucho cariño a la franquicia. Cada fan tiene sus gustos, filias y fobias en esto de los mundos trekkies. A mi, por ejemplo, me encanta Spock pero no trago a Kirk, mi serie favorita es la de Picard, seguida de la de Espacio Profundo 9, disfrutaba de unos buenos klingons o borgs o cardasianos o los del dominio pero Q o los ferengi me parecían infumables o puro relleno. Y claro, Jean Luc y su tripulación era mi favoritos. Hasta acabé intentando aficionarme al té Earl Gray sin demasiado éxito, la verdad. A eso si que no le acabé de pillar el punto. Prefiero el café de lejos.
Ahora me he visto esta serie sobre quizá mi personaje y tripulación favoritos de Star Trek y me duele decir que me ha parecido una soberana mierda rozando lo auténticamente espeluznante. Y eso que he intentado abrazarme a la nostalgia con fuerza para no llegar a esa triste conclusión, a ese entrañable y querido Jean Luc de geriátrico rodeado de su oxidada y veterana tripulación. Todo estaba ahí para conseguirlo, las naves, la sintonía, los personajes, los enemigos, el vestuario, las armas, la flota estelar e incluso temas mejorados con el paso de los años como el sonido, los escenarios o los efectos pero he acabado chocando con la cruda realidad de que no había ni rastro de un guion sólido y con sentido o de aquel espíritu buenrollista, explorador, viajero y episódico de la serie original. Todas las temporadas parecen salidas de un argumento o idea básica, raquítica y esquelética creada por infantes a la que le han ido añadiendo chorradas, disparates y personajes nostálgicos para modelar tres auténticos pestiños que solo producen sonrojo y tedio cuando debieran de ser un homenaje a la antigua serie.
He leído por ahí que la tercera temporada salva a la serie o que es lo que debería de haber sido desde el principio. Buff, no podía estar más en desacuerdo. Para mi es la lápida final que merecía el ataúd de este bodrio. Mis notas para las tres temporadas serían 5-0-2.
Me tomo la molestia que no merecen de diseccionar los artefactos con algo de spoilers a continuación:
Ahora me he visto esta serie sobre quizá mi personaje y tripulación favoritos de Star Trek y me duele decir que me ha parecido una soberana mierda rozando lo auténticamente espeluznante. Y eso que he intentado abrazarme a la nostalgia con fuerza para no llegar a esa triste conclusión, a ese entrañable y querido Jean Luc de geriátrico rodeado de su oxidada y veterana tripulación. Todo estaba ahí para conseguirlo, las naves, la sintonía, los personajes, los enemigos, el vestuario, las armas, la flota estelar e incluso temas mejorados con el paso de los años como el sonido, los escenarios o los efectos pero he acabado chocando con la cruda realidad de que no había ni rastro de un guion sólido y con sentido o de aquel espíritu buenrollista, explorador, viajero y episódico de la serie original. Todas las temporadas parecen salidas de un argumento o idea básica, raquítica y esquelética creada por infantes a la que le han ido añadiendo chorradas, disparates y personajes nostálgicos para modelar tres auténticos pestiños que solo producen sonrojo y tedio cuando debieran de ser un homenaje a la antigua serie.
He leído por ahí que la tercera temporada salva a la serie o que es lo que debería de haber sido desde el principio. Buff, no podía estar más en desacuerdo. Para mi es la lápida final que merecía el ataúd de este bodrio. Mis notas para las tres temporadas serían 5-0-2.
Me tomo la molestia que no merecen de diseccionar los artefactos con algo de spoilers a continuación:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La primera temporada se salva a duras penas de la quema porque aún tenía el ánimo arriba, sólidas las expectativas, espíritu ilusionado y bueno, no empieza mal, con cierto misterio sintético-romulano que se va dejando ver pero pronto comienza a mostrar lo que a mi juicio son defectos que me la acabaron haciendo insoportable y que nunca me habían asaltado en la serie original. Es como ver un capítulo de la serie antigua estirado hasta diez episodios y rellenado de lentitud, verborrea, altisonancia, discursos explicativos por si eres corto y tonto a la vez aderezados de una buena dosis de nostalgia chusca y filosofía de baratillo. También me he encontrado un par de nuevos personajes como Raffi con su rollo alcohólico-materno-depresivo y sobre todo Jurati con los que no empaticé lo más mínimo. Me han acabado sacando de quicio los continuos lloros y lamentos de la doctora Jurati, personaje de lo más hostiable a mi juicio. Incluso nos han regalado un ninja o un guerrero jedi, no lo tengo muy claro todavía, que queda de lo más aparente aunque no se sepa muy bien que pinta y se acaba convirtiendo en un secundario prescindible. En los capítulos finales de la primera temporada se empieza todo a salir de madre, sin rumbo, con giros, personajes y nostalgia metida a calzador rematados con una tirada de fuegos artificiales en una comuna flowerpower-sintética que te deja ojiplático y que no consigue disimular la chorrada de desenlace que acabamos de presenciar.
La segunda casi que no merece la pena ni comentarla. Una auténtica ensalada de disparates y chorradas infantiles con ese villano de opereta que siempre me ha parecido Q, aderezada otra vez con los continuos lloros de Jurati e incongruencias que agujeran la trama del tamaño de un pobre cubo borg con su reina que pasaba por allí. Y esa inenarrable infancia de Picard sacada de la manga por un guionista que va de tripis o tiene serios problemas mentales. Todo ello con el sumo cuidado de que el etéreo aleteo de una mariposa no destruyera el futuro. Eso si, si es el vuelo inocente de una nueva reina borg inflada de buenas intenciones futuras pues no pasa nada y evidentemente meter a toda la familia de pobres inmigrantes de 2024 en una nave del futuro no va a trastocar ese futuro para nada tampoco y un sinfín de despropósitos por el estilo de regalo. Pienso que los tripis tienen algo que ver. Acojonado me he quedado de que semejante guion haya pasado la más mínima supervisión. Sería de risa si no fuera tan triste verlo.
En la tercera ya nos volvemos a tirar de cabeza y a revolcarnos en la nostalgia pura y dura sin ningún pudor hasta llegar a las nauseas. Absolutamente de brocha gorda como encajan el desfile de personajes de la serie original. Y claro, para hacer llegar a diez episodios lo que como mucho daría para dos de la serie original, lo llenamos una vez más de soporíferos diálogos trascendentales, filosofía de experto de Telecinco, palabrería explicativa para que todo esté bien masticado y nadie se pierda, mucha amistad y camaradería moñas y trasnochada, paternalismo de garrafón, todos los giros y volteretas necesarias que haga falta para encajar la historieta ridícula que nos están contando, como volver a sacar por enésima vez a los borg e hibridarlos con los cambiantes y quedarse tan anchos. Y lo peor de todo es que lo hacen aburriendo, resultando tediosos. Los diez capítulos pesan como una losa. Pobres borg, pobres cambiantes, pobre Data resucitado y muerto mil veces y pobres todos aquellos personajes entrañables. Pobre Jean Luc Picard. Para semejante mamarrachada podrían haber tenido la decencia de dejarlos descansar tranquilos allí en la galaxia perdida que estuvieran surcando con la Enterprise. Que coño habrán hecho para merecer esto...
La segunda casi que no merece la pena ni comentarla. Una auténtica ensalada de disparates y chorradas infantiles con ese villano de opereta que siempre me ha parecido Q, aderezada otra vez con los continuos lloros de Jurati e incongruencias que agujeran la trama del tamaño de un pobre cubo borg con su reina que pasaba por allí. Y esa inenarrable infancia de Picard sacada de la manga por un guionista que va de tripis o tiene serios problemas mentales. Todo ello con el sumo cuidado de que el etéreo aleteo de una mariposa no destruyera el futuro. Eso si, si es el vuelo inocente de una nueva reina borg inflada de buenas intenciones futuras pues no pasa nada y evidentemente meter a toda la familia de pobres inmigrantes de 2024 en una nave del futuro no va a trastocar ese futuro para nada tampoco y un sinfín de despropósitos por el estilo de regalo. Pienso que los tripis tienen algo que ver. Acojonado me he quedado de que semejante guion haya pasado la más mínima supervisión. Sería de risa si no fuera tan triste verlo.
En la tercera ya nos volvemos a tirar de cabeza y a revolcarnos en la nostalgia pura y dura sin ningún pudor hasta llegar a las nauseas. Absolutamente de brocha gorda como encajan el desfile de personajes de la serie original. Y claro, para hacer llegar a diez episodios lo que como mucho daría para dos de la serie original, lo llenamos una vez más de soporíferos diálogos trascendentales, filosofía de experto de Telecinco, palabrería explicativa para que todo esté bien masticado y nadie se pierda, mucha amistad y camaradería moñas y trasnochada, paternalismo de garrafón, todos los giros y volteretas necesarias que haga falta para encajar la historieta ridícula que nos están contando, como volver a sacar por enésima vez a los borg e hibridarlos con los cambiantes y quedarse tan anchos. Y lo peor de todo es que lo hacen aburriendo, resultando tediosos. Los diez capítulos pesan como una losa. Pobres borg, pobres cambiantes, pobre Data resucitado y muerto mil veces y pobres todos aquellos personajes entrañables. Pobre Jean Luc Picard. Para semejante mamarrachada podrían haber tenido la decencia de dejarlos descansar tranquilos allí en la galaxia perdida que estuvieran surcando con la Enterprise. Que coño habrán hecho para merecer esto...