Entrañable cartuzacho para mayor gloria de Michael Schumacher en el que las exageraciones, los villanos de tebeo y el aire a troma conforman un bonito mosaico.

Creo que Saturnino la colocó en el fango hace unos meses, a mí sin embargo me ha recordado en ciertos momentos al Dertycia tóxico, y eso es, a todas luces, gratificante, y todo un logro.

Rogelio Huertas no desentona en el desfase, sinceramente, que además en ciertos tramos parece no ir a niguna parte, aunque en este tipo de artefactos es mejor no encontrar lugar al que acudir, no es necesario, además se vislumbran unos villanos francamente inspirados, sobreactuados, buscando la gloria en todo momento, pasados de rosca, elevando el producto final, pesando la morcilla en el canasto.

Es cierto que Rogelio Schumacher consigue estampar su cartucho de manera convincente aunque en varios momentos se ve superado por unos emblématicos villanos, que no se acercan al tipo del beso del Dragón, sí, el beso del dragón pero que hacen las delicias del espectador tromano con patines, martillos, y tupés.

En fin, no pido nada mas en este caso.

Se despide desde Lanzarote.

Eugeni Berzin buried and empalmed.