Ya hace cinco años que vi la película, y aunque no salí echando pestes del cine, la sensación que tuve fue de un Deja Vú considerable. No vi al Nolan de Memento por ningún lado y actrices como Ellen Page y Marion Cotillard me dan mucho repelus.

Sin embargo, con un nuevo visionado mi cabeza estuvo constantemente rumiando la idea original de Nolan y hay que reconocer que es una gran película: la idea de sumergirte en los sueños ajenos e ir descendiendo en en los diferentes escalones del subconsciente, tratando de zafarte de las garras oníricas que tratan de encarcelar a los personajes es cómo mínimo sugerente y a la vez entretenido.

Al igual que echaba pestes de ella por buscar algo más oscuro y turbador, lo que hay que tener en cuenta es que es una película de acción de 200 millones de dólares. Con ese presupuesto, por mucho que se quiera, hay ciertas normas que una superproducción debe tener si no quiere naufragar ante la gran audiencia: ofrecer un argumento inteligente y una idea sugestiva, pero sin olvidar el espectáculo.

Me hubiera encantado un viaje mucho más dramático y pesadillesco, ahondar en los abismos del subconsciente, y sumergir en la locura caleidoscópica de sus personajes... pero hay que aceptar la obra de Nolan como un gran trabajo del cine mainstrain. Que aun a pesar del mastodóntico presupuesto, conserva su espíritu de cine de autor que encandila tanto al gran público como a los gafa pastas que todo lo analizamos.

A los que plantean la película como un plagio menor de considerables obras como eXistenZ, The Matrix, o La celda. Vuelvo a decirlo: "Los grandes artistas copian los genios roban" y eso es lo que ha conseguido Nolan, para bien o para mal.