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Voto de Buscapé:
6
3,6
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Acción
Dos jóvenes luchadores pelean por conseguir fama y fortuna dentro del difícil mundo del ring. El diabólico Tongo Po tiende una emboscada al campeón Kurt Sloan y acaba con su vida. El hermano de éste, David, será la única esperanza para terminar con Tongo Po, y así vengar a su hermano. (FILMAFFINITY)
15 de febrero de 2021
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Kickboxer 2 es una secuela directa de Kickboxer 1, (1989) que, a diferencia de su predecesora, no cuenta con Van Damme.
El testigo lo toma el actor de orígen ruso Sasha Mitchel, experto en artes marciales que trató de salvar una secuela a todas luces innecesaria.
Si bien es cierto que el argumento de estos productos es prácticamente una excusa sin argumentos ni interés alguno más que dar paso al violento coso donde volarán quijadas y costillas, en éste caso el argumento es delirante: sin caer en spoilers, nuevamente el clan Sloan tiene que vengar su honor y aun amigo, (ver spoiler)
La película tiene un tufo a telefilme de bajo presupuesto que apesta a varón dandi: realización parca, netamente televisiva y con actores de tercera regional.
Sin embargo, de alguna forma, Sahsa Mitchell nos vuelve a enganchar para redimir nuestra sed de venganza. Sea esta o no una causa noble, lo cierto es que nos brinda la excusa perfecta para contemplar un espectáculo brutal y apocalíptico de hostias sin cuartel: nuevamente Tong Po hace acto de presencia para desgracia de éste desdichado mundo, triturando a su contrincante despiadadamente: es ahí donde la cinta gana, en la excelente puesta en escena de los combates, realistas, (dentro de las propias licencias que el delirante argumento permite) y sumamente sádicos y brutales.
Gracias a esa visceralidad en los combates, la cinta que aspiraba a poco más que rellenar la estantería del videoclub, se convirtió en un clásico televisivo y de barrio.
El testigo lo toma el actor de orígen ruso Sasha Mitchel, experto en artes marciales que trató de salvar una secuela a todas luces innecesaria.
Si bien es cierto que el argumento de estos productos es prácticamente una excusa sin argumentos ni interés alguno más que dar paso al violento coso donde volarán quijadas y costillas, en éste caso el argumento es delirante: sin caer en spoilers, nuevamente el clan Sloan tiene que vengar su honor y aun amigo, (ver spoiler)
La película tiene un tufo a telefilme de bajo presupuesto que apesta a varón dandi: realización parca, netamente televisiva y con actores de tercera regional.
Sin embargo, de alguna forma, Sahsa Mitchell nos vuelve a enganchar para redimir nuestra sed de venganza. Sea esta o no una causa noble, lo cierto es que nos brinda la excusa perfecta para contemplar un espectáculo brutal y apocalíptico de hostias sin cuartel: nuevamente Tong Po hace acto de presencia para desgracia de éste desdichado mundo, triturando a su contrincante despiadadamente: es ahí donde la cinta gana, en la excelente puesta en escena de los combates, realistas, (dentro de las propias licencias que el delirante argumento permite) y sumamente sádicos y brutales.
Gracias a esa visceralidad en los combates, la cinta que aspiraba a poco más que rellenar la estantería del videoclub, se convirtió en un clásico televisivo y de barrio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tong Po mata Erik, (Van Damme) y su hermano mayor al final de la primera película al no aceptar la vergüenza de la derrota. Pero esta acción deja el honor de las artes marciales tailandesas en entre dicho y es por ello que el capitoste máximo del deporte rey de aquel país se las tiene juradas al clan Sloan: buscará redimir su honor a través de un combate final entre el último de los Sloan y el temible Tong Po.
El desenlace, aunque previsible, es gratamente reconfortante.
El desenlace, aunque previsible, es gratamente reconfortante.