Sólo se puede calificar a esta película como una total y auténtica porquería. Guión inexistente. No tiene la más mínima gracia y unas cuantas escenas de autética vergüenza ajena. Quien trate de ver algo más en esta autética mamarrachada es que no ha visto en su vida una película de acción como Dios manda. Semejante engendro sólo puede entenderse como una operación de blanqueo de dinero, porque si algún mamdamás de una productora ha dado luz verde a este proyecto por la calidad de su guión o lo original de su planteamiento deberían ingresarle en un psiquiatrico. Estoy seguro de que existen mejores proyectos en los que invertir dinero que en bazofias como ésta.