Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Piano y yo:
10
Cine negro. Thriller Un hombre (Bogart) que ha sido injustamente encarcelado por el asesinato de su mujer escapa de la prisión con la intención de probar su inocencia. Una atractiva desconocida (Bacall) le presta ayuda, porque su padre también fue víctima de un error judicial. (FILMAFFINITY)
26 de marzo de 2016
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
He pasado miedo, como casi siempre en las grandes del cine negro,

Bogart (Vincent Parry/Alan Lynell, después de cambiarse la cara, no tiene amigos, no tiene nada, todo el mundo le busca, pues le acusaron, juzgaron culpable y encarcelaron por el asesinato de su mujer, y más tarde después de su fuga, le acusarán del asesinato de su amigo trompetista Rory Mallinson (George Fellsinger); solo tiene la ayuda de la bellísima, aplicada, acaudalada y nada sospechosa pintora Lauren Bacall (Irene Jansen), la cual siguió como espectadora el juicio de Vincent Parry, pues el padre de Irene murió tras ser condenado injustamente por la muerte de su mujer y madre de Irene, jurando el acusado ser inocente.

Todo el comienzo de esta película me ha recordado la también grandiosa En un lugar solitario (Nicholas Ray, 1950) en la que al mismo Bogart le ayuda una desconocida, en este caso su vecina la singular, muy inteligente y seductora Gloria Grahame, sin que tenga en principio motivos para ello, pues no se conocen.

Bogart y Bacall en esta senda tenebrosa que es la vida de él y que pronto será la de ella, y en la que no tienen tiempo ni ocasión para verse, se enamoran perdidamente como no podía ser menos, -al igual que les ocurre a Deborah Kerr y Robert Mitchum en Solo Dios lo sabe (John Huston, 1957), si bien estos dos últimos tenían todo el tiempo del mundo y lo que les distanciaba eran los famosos temas morales-.

Bromas aparte, a Bogart y Bacall les separa el pertenecer a dos mundos totalmente diferentes, él se acaba de fugar de la cárcel y ella vive en una casa lujosa, o eso es lo que creemos al principio, ya que más tarde descubriremos que sus mundos no son tan lejanos, pues la que quiso, sin éxito, ser novia de Bogart, quedándose en solo su amiga Agnes Mooorehead (Magde Rapf), es al mismo tiempo amiga de Bruce Bennett (Bob), que es el hombre que actualmente intenta ligarse a la pintora Bacall.

Y para que no falte de nada, tenemos al chantajista de turno, Clifton Young (Baker), y a la policía poblando toda la ciudad, bellamente fotografiada en la película.

Otros apuntes que me gustaron:

- Cámara subjetiva en varias escenas, como en la fuga de la cárcel y cuando Bogart tiene las vendas en la cara..

- Sublime la escena de los pensamientos de Bogart al comienzo de la operación de cirugía estética, en la que la pantalla nos resume en un instante todo lo ocurrido hasta ahora en la película, y que, a su vez, me ha recordado a la escena de la cara de Grace Kelly tras ser acusada en Crimen Perfecto, (Hitchcock 1954), con el fondo de la pantalla cambiando de color, o a la cara de Simone Simon en la consulta del psiquiatra en La mujer pantera (Tourneur 1942), todo oscuro y un círculo pequeño blanco sobre su cara, -detalle éste de La mujer pantera que lo tomo prestado de lo que le escuché a Jose Luis Garcí en su grandioso programa Que grande es el cine, que podián, por cierto, reponer o sacarlo en dvd con los coloquios enteros-.

Magníficas las lágrimas de Bacall en el momento de la separación.

Y buena la música, como siempre en Franz Waxman.

Así que, como siempre digo, no lean más críticas, enciendan la tele y música maestro. Véanla.

Nota: 10 sobre 10.

-Ver spoiler 2 que cuenta el final-.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Piano y yo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow