Disfruto de la estupenda "Oldboy", el remake que el estadounidense Spike Lee hace de la película surcoreana del mismo nombre del director Park Chan-wook, la cual se basa en el manga japonés homónimo. Con un impactante guión, un propio estilo visual (predominan los planos inclinados y la cámara se mueve -en ocasiones- como si fuera pegada a la espalda del actor), unas estudiadas y preciosas coreografías de las peleas, un manejo de la música al servicio de la acción, una imaginativa ambientación, una actuación elogiosa, la presencia de fotogramas reales y, un sorprendente y extraño final, el realizador ha creado una sangrienta y original obra sin que me haya importado el que sea poco profunda, el que no aporte nada al film original, ni el que haya sido un fracaso en taquilla.