Solo con la imagen de Gary Cooper merece verse este película. La presencia de este formidable actor llena la pantalla desde el primer fotograma de su aparición. El resto no deja de ser simplemente una película del Oeste con una dirección bastante correcta y efectiva, y con una excelente fotografía y fondo musical. El resto del reparto cumple sobradamente su cometido, aunque destaca la presencia de Ruth Roman con una gran expresividad y atractivo.
Destacaría en la versión española (doblaje) la gran calidad artística de los componentes del mismo en unos años que este cometido brillaba a gran altura en los estudios Metro de Barcelona, convirtiéndose en un clásico.


José Antonio ZG