"Life" avanza lenta, como un tren averiado que parece no tener un destino. Pero lo tiene, y bien claro. Avanza lentamente a trompicones, eso sí, entre escenas interesantes (o icónicas) y otras escenas resueltas de manera impersonal. Todo es irregular aunque encaje, es una película sobre emociones que ser una película que carece de toda emoción interna, incapaz de transmitir empatía al espectador, como un biopic de cartón piedra que pretende escapar del enconrsetamiento propio de los biopics y acaba cayendo de pleno. Es una película irregular, que se construye sus escenas en base a esas icónicas fotos del reportaje que le hizo Dennis Stock a James Dean para la revista LIFE. Esa parte es simpática, pero insuficiente para dar entidad a la película. Los actores están correctos en sus papeles pero tampoco empujan el filme con sus interpretaciones. Todo funciona a medio gas, de manera apática y desapasionada. Y ese. O debería ser el destino de un biopic que cuente sobre personajes emocionales.