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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
7
Drama El Padre James Lavelle (Brendan Gleeson) se esfuerza por conseguir un mundo mejor. Le preocupa ver la cantidad de litigios que enfrentan a sus feligreses y a la gente de su parroquia, y le entristece que sean tan rencorosos. Un día, mientras está confesando, recibe una amenaza de muerte de un feligrés anónimo. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El protagonista del film es el padre James (Brendan Gleeson), hombre culto y de fe convertido en padre cuando su esposa falleció, por esta razón tiene una hija a la que no ve mucho. El film inicia un domingo como cualquiera en la iglesia, una persona se acerca al confesionario, tenemos un primer plano únicamente del rostro de James, se extraña un poco, al notar la presencia de esta persona pero que no habla, es una voz masculina que dice: “Probé semen por primera vez a los siete años”.

La escena dura casi cuatro minutos, en ese primer plano del padre mientras el hombre le relata cómo fue abusado por un sacerdote, este tipo al que no conocemos le da una semana para poner sus cosas en orden, llegado el otro domingo se encontrarán a la playa y lo asesinará. De esta forma tan poderosa arranca la película, un prólogo grotesco, con un contenido brutal, una patada al estómago.

De esta forma, el protagonista deberá iniciar su calvario, un vía crucis que recorre alrededor de su existencia, pero donde además de arreglar las cuestiones personales, busca mejorar situaciones dentro de su contexto, por lo que lo veremos encontrándose con distintos personajes del pueblo en diversas ocasiones y por varios motivos. Buscando arreglar cosas o sanar heridas, pero siempre echando para su saco.

Los hechos se narran de forma pausada, algo que se nota es un sentido cuasi onírico de la propuesta, nunca se ve a James yendo de un lugar a otro, siempre aparece dentro de los distintos escenarios, el sentido ya mencionado del vía crucis, escenas por lo general cortas pero con un contenido igual de fuerte, chocante en muchos momentos. En este sentido hay un corte abrupto sobre el final, intención total del realizador (quien es guionista), donde la figura de James se humaniza, deja de lado su vestimenta de padre y se visualiza en pantalla como recorre algún tramo en automóvil.

Calvary está impregnado con un humor negrísimo, tan hiriente como el relato que se está viendo, crítica la funcionalidad de la iglesia y de sus propios feligreses, además de la sociedad irlandesa en general, aunque es claro que todo esto se puede llevar a un plano más general. Soberbia actuación de Gleeson quien lleva el peso del film, y que se encuentra muy bien acompañado por el resto del elenco.
10P24H
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