Cortometraje “fan film” de 29 minutos de duración realizado con actores reales, que toma como base la recontra conocida historia de Akira Toriyama de Dragon Ball, esta toma cierta parte de la “saga” del personaje Cell (Michel Durand y Jonathan Henry). Más específicamente se ambienta en el futuro, donde Trunks (Benjamin Hubert) intenta hacer frente a este enemigo mientras busca la forma de viajar al pasado para avisarle al mítico de Goku (Frederick Malahieude) sobre el peligro que se avecinaba.

El guion de este trabajo fue realizado por el propio director junto a Vianney Griffon (encargado también de los efectos visuales), toma como punto de partida mostrar un mundo devastado y totalmente desolado, un clima apocalíptico que rápidamente envuelve al espectador. El film utiliza el recurso de la “voz en off” a lo largo de todo el metraje, el protagonista va relatando, contextualiza al espectador (en especial a los que desconocen la trama) y reflexiona sobre los eventos.

Algunos le podrán criticar la ausencia de diálogos en su desarrollo, sin embargo, el recurso de la “voz en off” resulta totalmente válido, en especial por el tipo de obra que es esta, debido a lo recargada que está de información y que por medio de diálogos, teniendo en cuenta el factor tiempo, no creo que hubiera funcionado como lo hace tan bien. A su vez, este recurso le aporta un aire de dramatismo que discurre a lo largo de la casi media hora de duración.

Faure y su equipo de trabajo de verdad logran transportarnos al mundo de Dragon Ball Z, los escenarios, las edificaciones, los ambientes, todo está perfectamente realizado, es obvio que para una persona que desconozca la historia original (que si hay), algunas de las referencias no las van a captar, pero esto no creo que afecte en lo más mínimo el disfrute de esta película.

Otro punto a destacar de esta obra son los efectos visuales, para una obra de este tipo podría verse como el gran fallo sin embargo aquí, es simplemente impresionante, desde los escenarios ya previamente mencionados, hasta la digitalización de Cell, las batallas, los poderes, la transformación en Súper Saiyajin que les quedó espectacular. Un lujo sin duda alguna una esmerada labor.

The Fall of Men resulta ser toda una sorpresa, una joya tremenda, es emocional y apasionada, melancólica y agresiva, ejecutada de forma inmejorable, la personificación de los personajes perfecta, la historia que cuenta y como la cuenta para llegar a un clímax final soberbio al que duele llegar porque empiezan a aparecer los créditos.

No me pregunten si es fiel o no, vi la serie animada en su momento pero no la recuerdo en su totalidad puesto que no la he repasado luego de tantos años, aparte que nunca me he considerado un acérrimo fan de Goku. Pero es imposible rendirse ante una obra que sin duda alguna será un trampolín para su director y quienes trabajaron en los efectos visuales porque se lucen.