An Unexpected Journey (2012) me pareció una enorme introducción, una propuesta light pero que a fin de cuentas siendo sincero me agradó, con The Desolation of Smaug (2013) la cosa cambió, ya la trilogía inventada flaquea y se siente demasiado el relleno, exceso de metraje y emociones a granel, Smaug es lo mejor pero no suficiente para salvar el round. The Battle of the Five Armies es la cumbre de la decadencia, la repetición y el aburrimiento, llegando a puntos bastante risibles, por ejemplo: ¿en serio? ¿Se le tenían que acabar las flechas a Legolas? Eso solo deja un: “Ja, ja, ja”.

El cierre de esta obra inicia con los desmanes del dragón Smaug (voz de Benedict Cumberbatch) para posteriormente dirigirse a la gigantesca batalla que le da el título al film, todo está pésimamente ejecutado. Sobre el final hay varios momentos donde se pierde totalmente el sentido, se deja de lado la montaña que está siendo cruelmente azotada y luego todo llega a la calma. Hay chistes que se reiteran hasta el cansancio, se caricaturizan los ejércitos, hay cosas sin lógica, el dragón es fácilmente derrotado, un romance que no aportan absolutamente nada, batallas “finales” tontas, en fin, un desorden total.

The Battle of the Five Armies es más de lo mismo e incluso peor, sería necio en mencionar aspectos relativos a la calidad de los efectos especiales puesto que ya hay un equipo consolidado y que sabe lo que hace. Lo que es lamentable es el pobre sentido por hacer un producto de calidad, que se veía desde que se pensó realizar una trilogía, los actores se muestran sin mucha gana y ni que decir el mismo Jackson, ahí está el film pero sin dejar mayor huella, de seguro, solo económicamente.

Un desastre que se veía venir, patético.