Ví esta película ayer y creo que aún sigo asimilándola... y es que es difícil de digerir, no porque sea muy explícita, que no lo es, ni por tétrica, ni por terrorífica... no, nada de eso, creo que si tuviera que describir esta película con una sola palabra, sería “sórdida“.

Emerald Fennell, directora y guionista a la que conocí hace poco por otra controvertida película, “Barbie“, nos trae en esta ocasión una trama muy complicada de describir, que se mueve entre la intriga y la comedia negra y en donde, mientras estás viendo una historia que no tienes claro hacia dónde se dirige, de vez en cuando te encuentras una escena que te choca, y mucho, no quedándote claro si lo que estás viendo te está gustando o lo estás odiando.

Una película dura, pero como decía, no por su contenido general, sino por ciertos momentos que te hacen sentir realmente incómodo.

De cualquier manera, es una película que ves sin tener claro lo que te vas a encontrar y que no te deja indiferente. Y eso, ya es algo. No me arrepiento de verla, pero no se si la vería de nuevo.