Ha recibido muy buenas críticas, pero creo que ya la gente no es objetiva con Tarantino. Es cierto que técnicamente es muy bueno, y siempre tiene momentos brillantes, pero en esta ocasión no se ve ningún propósito a la película. Ningún personaje parece real, los diálogos no tienen fondo. Es un guión a la deriva. Sólo se percibe la idea del homenaje al mundo del cine, y la subcultura que tanto obsesiona a Tarantino. El final me pareció tan carente de sentido que tuve que consultarlo, y parece ser que es una mera invención del director relacionada con el famoso crimen que perpretaron los seguidores del asesino Charles Manson respecto a la mujer y algunos amigos de Roman Polanski, al que por cierto, parece que Quentin no consultó nada antes de hacer la película.