Tal cual el título que llevó en Uruguay. Una verdadera pérdida de tiempo. Resulta que ahora los alienígenas que tienen aspecto humano, se erigen en jueces y ejecutores de una sentencia de destrucción que viene no se sabe de donde. La inexpresividad de Keanu Reeves en su máxima potencia, el ejército de los EEUU una vez más en la posición de denodados defensores del sistema, una científica atormentada por su viudez, su hijo político que es nada más y nada menos que el hijo de Will Smith en un papelito bastante irritante y lo peor de todo un híbrido entre robot y humano que una criatura de cinco años hubiera diseñado mejor. Una de las peores películas que haya visto en toda mi vida. Están avisados.