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Voto de Fuerza Vital:
8
6,6
68
Documental Atacado por el insomnio, Mekas procura la compañía de viejos y nuevos amigos, quienes le ayudan a sobrellevar la noche con pláticas casuales y copas de vino. Un aglomerado de charlas francas, intercaladas con estampas diarias del mundo mekasiano, pequeños dramas cotidianos donde bien irrumpe el comportamiento de la luz como un animal. Mekas se abre paso para la conformación de un anecdotario a manera de diario audiovisual, estructurado ... [+]
2 de junio de 2012
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es la primera película que veo de Jonas Mekas. Me desvelo ante vosotros y vosotras, lectores y lectoras, el Ello. Me parece que esta película maneja cosas importantes y grandes, no son simplemente apuntes íntimos. Los ángulos interiores sobre los que se apoya narrativamente (notas líricas en la máquina de escribir y sobremesas nocturnas) trazan un vórtice de nostalgia, algo así, y de decires. “Sleepless Night Stories” contiene el gran Cine de lo cotidiano, dando por bueno ese gran escoyo que es tener amigos hiper-famosos: Patti Smith, Harmony Korine, Bjork, Yoko Ono o Louis Garrel. Y ese gran Cine proviene de una identidad encarnada en el registro y su organización por capítulos oníricos. Mekas poniendo voz lenta y temblorosa para hablar a un caballo sobre otras vidas pasadas. Todo el mundo está “cocico”, las patatas se cuecen y se cuecen, se deshacen y todo huele a patata que da gusto.
Arcadi Ballester, en los otros textos del blog, se dirige a la película o al director en cuestión en segunda persona, escribiéndole, al mismo tiempo que es un diálogo interior con su conciencia y su cine, lo que entiende por Cine, y lo que espera del Cine, y lo que ofrece al Cine, y lo que negocia con el Cine. “Sleepless Night Stories” surge de la noche pero enseguida se ramifica a lo legendario, a lo amable, curiosamente huyendo de los conflictos pero tratando con sabiduría una situación conflictiva de por sí. La situación de cierto sector de personas, esos que se dedican a la palabra prohibida, a una especie de cosa general y no muy precisa llamada arte.
Lo más importante es que, en la capa superficial, Jonas Mekas no piensa en el Cine al hacerlo sino que graba y después ese material lo trata como si fuera el material de una película de Jean Cocteau o Cecil B. DeMille. Teje una maraña-estructura de ficción narrativa con cemento y ladrillos que son barro y madera. Algo orgánico que lucha con el montaje, con la mesura y los tics que otorgan el tiempo, la trayectoria que no visto y el gran meteorito goteante que se me viene encima!
Fuerza Vital
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