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Uruguay Uruguay · Las Piedras
Voto de R Monforte:
10
Drama Acusado del asesinato de su mujer, Andrew Dufresne (Tim Robbins), tras ser condenado a cadena perpetua, es enviado a la cárcel de Shawshank. Con el paso de los años conseguirá ganarse la confianza del director del centro y el respeto de sus compañeros de prisión, especialmente de Red (Morgan Freeman), el jefe de la mafia de los sobornos. (FILMAFFINITY)
13 de febrero de 2008
27 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mejores películas, no solo de los 90, sino de la historia del cine.
Andy Dufresne (soberbia actuación de Tim Robbins) es condenado a cadena perpetua por doble asesinato (el de su mujer y su amante) e ingresado en una prisión de alta seguridad. Aquí, conocerá a Red, estableciendo con éste un vínculo de amistad muy muy especial (magistral Morgan Freeman, como siempre). Red es el que comprende a Andy, el que lo guía en un primer momento... pues a Andy lo vemos desde los ojos de Red, la admiración, el no comprender que hace una persona tan calmada como él en aquella situación,... todo esto lo percibimos tan sólo con las miradas, los gestos... en fin, que todo esto lo vemos en la memorable interpretación de Freeman, en una de sus mejores interpretaciones, sin duda alguna.

Robbins compone un personaje distante en apariencia, valiente, luchador, inteligente... pero como todos, débil en el fondo, torturado... es, por decirlo de alguna manera, un ángel en lo más profundo de los infiernos.

Una historia bellísima sobre la amistad, sobre la lealtad, sobre el sufrimiento y el coraje de una persona....he visto pocas películas en que la amistad entre dos personas quede tan bien retratada como en esta obra de arte, se me ponen los pelos de punta con ver cada escena que salen juntos Morgan Freeman y Robbins, es puro cine, sencillo, pausado es cine con mayúsculas...Tiene un ramillete de escenas memorables, me quedo con un par de ellas (spoiler) …

La dureza de la vida en este infernal centro penitenciario y la corrupción que reina en éste, nos la muestra Darabont si ningún tipo de tapujos. El realismo que despierta es a veces insoportable y las escenas más duras golpean sin concesión en lo más profundo de uno. Las escenas duras, se contraponen a algunas de gran belleza, como por ejemplo, la sublime escena de Robbins, encerrado en el despacho del alcalde, y deleitándose con un disco de Mozart... pues en ese momento es libre.

Pero la dimensión de esta película se engrandece aún más por el resto de aspectos técnicos: su magistral fotografía, la dirección artística y, sobretodo, la soberbia, fascinante y preciosa banda sonora de Thomas Newman, que aporta su particular sello de identidad a los grandes temas compuestos para acompañar, excepcionalmente, las escenas de la película. Quizás uno de los mejores compositores actuales, cuyos trabajos en "American Beauty" y "Camino a la Perdición", por ejemplo, demuestran la calidad de este genio.

Una absoluta obra maestra de los años 90, no me canso de verla y de disfrutarla, es una de esas películas que te dejan un dulce sabor de boca...maravillosa, genial y grandiosa.
Un 10 más que merecido.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
R Monforte
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