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España España · Móstoles
Voto de Samizdat:
4
Thriller. Drama Sayra (Paulina Gaitan), una adolescente hondureña, se reúne con su padre para ir a los Estados Unidos; a partir de Chiapas, viajan en el techo de un vagón de mercancías, donde están expuestos tanto a las inclemencias del tiempo como a la violencia. (FILMAFFINITY)
15 de diciembre de 2010
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Sin nombre" es el primer largometraje del californiano Cary Fukunaga (nacido en 1977), que ya antes había abordado el tema de la inmigración de centroamericanos hacia Estados Unidos con un corto, "Victoria para Chino" (2004), basado en un caso real, que fue premiado en el Festival de Sundance, en la categoría de mejor película realizada por un estudiante. En "Sin nombre" Fukunaga vuelve a tratar el mismo tema. Para preparar el filme, Fukunaga y su equipo llevaron a cabo un exhaustivo trabajo de documentación, llegando incluso a viajar durante varios días con los inmigrantes, en trenes como los que se ven en la película, en los que los centroamericanos atraviesan todo México hasta llegar a la frontera con Estados Unidos. Contactaron también con miembros de las maras (asociaciones de delincuentes de origen centroamericano, pero hoy extendidas por numerosos países) para que la película reprodujese con fidelidad sus (extravagantes) rituales y su (ininteligible) jerga. Dicen los que saben de estas cosas que en este aspecto la película está muy lograda.

Las maras y la inmigración centroamericana a Estados Unidos son desde luego temas interesantes, pero la historia resulta simplona y maniquea. Es un relato de aventuras, de buenos y malos, con una trama bastante predecible, que tienes la sensación de haber visto muchas otras veces, aunque los malos no llevasen tatuajes tan vistosos ni manejasen un argot tan surrealista. El maniqueísmo no tiene por qué ser un problema para una película de aventuras sin pretensiones, pero sí me parece un lastre si se quiere abordar problemáticas sociales complejas como las de la película. Los personajes tienen con frecuencia reacciones muy poco verosímiles, y la relación que se establece entre los protagonistas (y que es el nudo gordiano del filme) hace aguas por todas partes. Eso sí, la fotografía es grandiosa, los paisajes soberbios, y los actores secundarios (no tanto los protagonistas) hacen una excelente labor. Y a eso hay que sumar que nos ilustra sobre esa extraña tribu denominada Mara Salvatrucha.

La película, producida por los actores mexicanos Diego Luna y Gael García Bernal, obtuvo en el Festival de Sundance de 2009 los premios al mejor director y a la mejor fotografía. El segundo es, sin duda, un premio merecido.
Samizdat
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