La primera media hora de Invasores de Marte (1986) apunta en una dirección muy interesante; por momentos parece una película destinada para adultos, en ningún caso para niños, porque el director es capaz de crear suspense, tensión y cierto miedo. El problema llega a partir del minuto 34 en adelante, cuando esta cinta comienza a desinflarse e irse por otros derroteros muy distintos de los que había transitado en la primera media hora; es decir, la película consigue atraparte desde el principio pero a patir de la media hora cambia el tono de la historia, se infantiliza, como si hubieran cambiado al guionista o al director de la noche a la mañana, y ofrece una historia que raya en lo estrafalario por el diseño de los "antagonistas" y por cómo los presenta.

Los "antagonistas" que salen a partir del minuto 34 echan por tierra este largometraje que prometía desde el minuto uno. No se trata de que nos encontremos en el año 1986 y los efectos eran los que eran, porque directores como Ridley Scott muchos años atrás consiguieron crear monstruos que daban realmente miedo. Se trata que no supieron tomarse en serio esta película y el resultado te deja con sentimientos encontrados.

La película tiene un aire a "La invasión de los ladrones de cuerpos". La premisa consigue atraparte, y por otro lado esa atmosfera desfavorable al protagonista que le genera cierta ansiedad por no saber qué hacer y a dónde huir es muy efectiva en la primera media hora. En muchos aspectos la película ha envejecido muy mal. En otros aspectos no la considero mala. Le pongo un 5, es pasable.

Un saludo.