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España España · Murssia
Voto de IanCutris:
9
Thriller. Comedia. Drama Unión Soviética, 1984. El cansancio del régimen es palpable y el rigor de tiempos pasados empieza a relajarse. Falta sólo un año para que Gorbachov llegue al poder e inicie la Perestroika. En una ciudad de provincias, la hija de un importante miembro del partido desaparece tras acudir a una fiesta en un club. Nadie ha visto nada, no hay una sola pista ni un solo sospechoso al que acusar. Ese mismo día, en una casa aislada se comete un ... [+]
7 de agosto de 2020
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como me ocurrió con "Requiem por un sueño" o "Las tortugas también vuelan", "Cargo 200" es una de esas obras que pasa a mi lista de películas que no me arrepiento de haber visto pero que nunca volveré a ver.
Estaré varios días pensando en ella. En ese retrato de la locura y la amoralidad. En el desconsuelo formal de cada escenario, la URSS de los ochenta.
Escaleras ruinosas de edificios colmena con los cuadros de luces destrozados y milagrosamente en funcionamiento, programas de varietés con actuaciones de cantantes deprimentes, discotecas clandestinas de la periferia dentro de fábricas abandonadas con música hortera, cerveza dentro de botes para huevos en salmuera, entierros solitarios para héroes de guerra sin familia, coches destartalados que se averían continuamente, alcoholismo rampante, chimeneas industriales que humean día y noche, la tristeza crónica de los rusos… y un horizonte hecho de un cielo gris perpetuo, metáfora de un futuro inevitable que ya se está cayendo a pedazos antes de suceder.
De cualquier forma, el valor de “Cargo 200” no reside en su estética, sino en la constante batalla que la película provoca en tu interior entre espanto y carcajada, entre crudeza e inocencia, y que tan bien explicó Berlanga con aquella pregunta: “¿Y cómo no nos vamos a reír con lo triste que es España?”. El humor negro brota más fuerte en un jardín abandonado. Pero Balabanov hace evolucionar ese color hasta convertirlo en algo excesivamente hiriente, atreviéndose a hacerte sentir culpable por cada una de las sonrisas que viertes en la película. Haciéndote dudar sobre si recomendar su visionado a todo el mundo o no recomendarlo a nadie. Nunca jamás.
El drama con tintes de comedia negra deviene en espanto cuando descubres que la trama no es un invento. Que eso sucedió. Que algo así puede suceder.
IanCutris
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