Miren, les seré sincero, esta es una crítica de relleno. La hago para llegar más rápido a la crítica número 100 y así pavonearme entre tanto falso gallito.


Tras este ataque de sinceridad, les hablaré de la película. Lo cierto es que ante todo es entretenida. Un adolescente americano interesado en el holocausto se da cuenta de que tiene como vecino a un criminal de guerra nazi que mató mazo peña en los campos de concentración. Fascinado con el hallazgo, chantajea al nazote con la intención de que le cuente todo tipo de morbosas historias de los campos de la muerte.

Como pueden observar los más intrépidos, se trata de un argumento cojonudo, por lo que tuve que verla inmediatamente y dejar tirada a mi novia en nuestro octavo aniversario (el daño fue mínimo, me la acabé tirando de todas maneras, que duda cabe). Lo cierto es que aunque no sea un peliculón como otras de género, tiene una trama muy entretenida y un buen ritmo (como los blues brothers o mi mano cuando me masturbo pensando en mi vecina, que no es una vieja nazi, por si alguno esta pensando en ello).

La película tiene fallos gordísimos, como que no hay féminas cachondas por mucho que el adolescente tenga una novieta guarrilla a más no poder y el viejo nazi es decrépito. Sin embargo, las actuaciones son correctas y creibles incluso, no como las penosas actuación de Michael Cera, que no se las cree ni su tia la ceporra.


En fin, vean la película, que me estoy cagando y no me apetece escribir más.