Hola otra vez queridos amigos cinéfilos y no cinéfilos. ¿Como están? Yo estoy bastante bien, aunque tampoco es para tirar cohetes (no tengo montañas de cocaina en mi despacho).

De esta última idea que en el párrafo anterior les comentaba trata este singular e ineludible film (entre otras cosas), trata acerca del hecho de poseer montañas de cocaina en la mesa de un despacho. Ustedes seguramente piensen: ''¿Cocaina?, yo no necesito esas cosas'' (si bien, y a tenor de las estadísticas, más de uno, y de dos, y de tres, seguramente se hayan excitado sólo con el hecho de pensar en montañas de farlopa).

Cocaina, perico, farlopa, yeyo, farinha... tantos apelativos para tal sustancia. Para aquellos ignorantes que no lo sepan, se trata de una sustancia ilegal y su posesión esta penada, según tengo entendido.

No pretendo entablar un debate acerca de la legalización o no de la cocaina (no es mi intención, posiblemente en un futuro entable este debate de cocaina con ustedes siempre y cuando el film se preste a ello), simplemente les informo de que esta película va acerca de un tipo que pasa de ser un inmigrante cubano en Miami que no tiene un dólar a bañarse en piscinas de billetes de 1000 dólares. ¿Cómo lo ha hecho? La respuesta no conduce a algo legal, lo consigue traficando con cantidades considerables de cocaina.

¿Y bien? ¿Estás chalado Stinson? ¿Sueñas con cocaina a menudo? Nada de eso amigos, simplemente les informo de un hecho científicamente comprobado: SCARFACE ES LA MEJOR PELÍCULA SOBRE COCAINA QUE SE HA HECHO Y QUE JAMÁS SE HARÁ.

Simplemente era eso, sean ustedes adictos o no a la cocaina, espero que disfruten de esta obra maestra indiscutible.