Luego de leer las críticas, coincido con aquellos que señalan que no es una gran obra, como otros se empeñan en declarar. Pero, por qué?

A mí me ocurrió que comencé a interesarme en ella sobre el final, cuando la verdad se iba develando. Hasta entonces se me hizo difícil sobrellevar el clima oscuro, falto de emoción, las actuaciones sin chispa, que hacen que los papeles no lleguen a gustar. O alguien me dirá que recordará las actuaciones de Antonella Costa ó Pablo Cedrón?

Qué nos queda entonces? Engancharnos por el lado del guión, de la historia, que está muy bien.

Si a esta película que tiene un buen hilo narrativo y un final de calidad le agregáramos entonces actuaciones más vistosas, queribles, emotivas, ganaría varios puntos más.

Pensemos que la actuación de Luppi trata de un hombre de campo, rudo, metido en la ciudad, con un pasado sangriento, procurando explicarnos lo que ha ocurrido hace casi treinta años atrás. Vale decir que por este lado no sacaremos la cuota de emotividad que sí podríamos esperar del resto de los papeles.

El cine intimista está muy bien, igual que la sencillez y los diálogos profundos, pero si a esto no le agregamos un poco de vida nos falta algo muy importante y que para el cine es esencial.

Cuando veo una película busco algo diferente a lo que me pueda dar un libro. Esta película tiene elementos literarios pero no ha sabido explotar otros del lenguaje del cine que la harían más llevadera y recordable. Y no tiene que ver con el marketing propiamente dicho, que alguien mencionó en su crítica.