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Voto de Miguel Moreno:
7
5,2
14.732
Thriller. Drama
En Bangkok, el joven Julian, un fugitivo de la justicia estadounidense, dirige un club de boxeo tailandés que actúa como tapadera para tráfico de drogas. Su madre, jefa de una poderosa organización criminal, desembarca procedente de Estados Unidos para repatriar el cuerpo de su hijo favorito, Billy: el hermano de Julian ha sido asesinado tras haber violado y matado salvajemente a una joven prostituta. Llena de odio y deseo de venganza, ... [+]
21 de julio de 2013
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sería conveniente comenzar diciendo que Only God Forgives es el film que posiblemente he esperado con mas ansia en mucho tiempo. Después de ver cada tráiler, y visionar cada pequeño clip en cuanto se dejaban ver por la red, lo último de Winding Refn, abucheado y vapuleado por la crítica en su mayoría, se había convertido para mí en una pequeña obsesión cinéfila.
Conociendo a Refn y el desarrollo de la historia, la cinta prometía ser un bombazo. Y es más que probable que su vapuleo haya tenido más que ver con su anterior Drive que otra cosa. Todo el mundo esperaba una extensión de aquella cinta, cambiando de escenario. Los trailers y la repetición del tándem Refn-Gosling así lo auguraban. Y ha sido un jarro de agua fría para muchos, por esperar lo que en realidad no ha sido. De hecho, Valhalla Rising, otra cinta de Refn, está mucho mas cercana.
Afortunadamente en mi caso, tras leer muchas malas críticas, estaba muy preparado para lo que iba a ver. Sabía que apenas había diálogo, que el score de Cliff Martínez volvería a dominar nuestros sentidos, y que el potencial visual que imprime Refn a todos sus films volvería a hacer aparición. Por ello, no me he sentido totalmente defraudado.
Only God Forgives se apodera de tus sentidos si consigues entrar en ella. Puede ser difícil, incluso imposible. Pero una vez conseguido, la potente cinematografía del director se apodera de nosotros. Visualmente impecable, esta historia de venganzas y tortura interior se toma el tiempo necesario para presentar sus personajes, dejando a un lado diálogos y guión, y alcanzando unas cotas de excelencia en este aspecto que pocos directores pueden conseguir. El cine de Winding Refn es diferente a todo lo visto. Prima el aspecto visual, cada escena y cada plano cobran vida propia y hablan por sí mismos dentro de una atmósfera tan malsana como magnética. Se trata de una experiencial que ni es para todo el mundo, ni para cualquier momento. Y desde ese momento entiendo las acometidas que intentan desvirtuarla.
El trabajo actoral se compone de un lacónico y acertado Gosling como un personaje torturado, viviendo su particular infierno interior, una pérfida Scott Thomas (lo mejor de la cinta junto a Pansringarm) y el extraño policía jubilado que éste interpreta, que reparte justicia divina de forma impasible. El trío protagonista se redondea con la presencia de una bella Yayaying, una prostituta conocida por Julian que se verá envuelta en la espiral de violencia que desata la llegada de la madre de éste.
Conociendo a Refn y el momento de su vida en que rodó la cinta en Bangkok, y si además se conoce su filmografía, el potente estilo visual de la cinta, salpicada de rojos, negros, angostos pasillos y silencios se erige como el mayor reclamo de la misma. La violencia gratuita abucheada en Cannes no es tan gratuita como se han hecho eco los medios, además, sino que imprime el sello del director y aclara el carácter de los personajes.
Mucho se ha dicho sobre la interpretación del film. Chang, un Dios terrenal que imparte justicia con su sable, la envenenada relación de Julian con su madre, la redención final...todo es un cúmulo de acontecimientos dentro de un complejo juego demoníaco. Todo se desarrolla en un Bangkok cargado de ira y venganza, y a su vez dentro de la perturbada mente de Julian. El final, llega como una necesaria purga divina para todos los personajes, que son liberados de su tormento existencial.
Only God Forgives es una película que no da lugar a medias tintas. La potencia de las imágenes y la música de Martínez unidas dan lugar a una experiencia única. Lo difícil es quizá encontrar el momento adecuado para disfrutar de su tóxica belleza, que posee a raudales.
Refn ha vuelto, fiel a su estilo. Que nadie vuelva a esperar Drive 2.
Conociendo a Refn y el desarrollo de la historia, la cinta prometía ser un bombazo. Y es más que probable que su vapuleo haya tenido más que ver con su anterior Drive que otra cosa. Todo el mundo esperaba una extensión de aquella cinta, cambiando de escenario. Los trailers y la repetición del tándem Refn-Gosling así lo auguraban. Y ha sido un jarro de agua fría para muchos, por esperar lo que en realidad no ha sido. De hecho, Valhalla Rising, otra cinta de Refn, está mucho mas cercana.
Afortunadamente en mi caso, tras leer muchas malas críticas, estaba muy preparado para lo que iba a ver. Sabía que apenas había diálogo, que el score de Cliff Martínez volvería a dominar nuestros sentidos, y que el potencial visual que imprime Refn a todos sus films volvería a hacer aparición. Por ello, no me he sentido totalmente defraudado.
Only God Forgives se apodera de tus sentidos si consigues entrar en ella. Puede ser difícil, incluso imposible. Pero una vez conseguido, la potente cinematografía del director se apodera de nosotros. Visualmente impecable, esta historia de venganzas y tortura interior se toma el tiempo necesario para presentar sus personajes, dejando a un lado diálogos y guión, y alcanzando unas cotas de excelencia en este aspecto que pocos directores pueden conseguir. El cine de Winding Refn es diferente a todo lo visto. Prima el aspecto visual, cada escena y cada plano cobran vida propia y hablan por sí mismos dentro de una atmósfera tan malsana como magnética. Se trata de una experiencial que ni es para todo el mundo, ni para cualquier momento. Y desde ese momento entiendo las acometidas que intentan desvirtuarla.
El trabajo actoral se compone de un lacónico y acertado Gosling como un personaje torturado, viviendo su particular infierno interior, una pérfida Scott Thomas (lo mejor de la cinta junto a Pansringarm) y el extraño policía jubilado que éste interpreta, que reparte justicia divina de forma impasible. El trío protagonista se redondea con la presencia de una bella Yayaying, una prostituta conocida por Julian que se verá envuelta en la espiral de violencia que desata la llegada de la madre de éste.
Conociendo a Refn y el momento de su vida en que rodó la cinta en Bangkok, y si además se conoce su filmografía, el potente estilo visual de la cinta, salpicada de rojos, negros, angostos pasillos y silencios se erige como el mayor reclamo de la misma. La violencia gratuita abucheada en Cannes no es tan gratuita como se han hecho eco los medios, además, sino que imprime el sello del director y aclara el carácter de los personajes.
Mucho se ha dicho sobre la interpretación del film. Chang, un Dios terrenal que imparte justicia con su sable, la envenenada relación de Julian con su madre, la redención final...todo es un cúmulo de acontecimientos dentro de un complejo juego demoníaco. Todo se desarrolla en un Bangkok cargado de ira y venganza, y a su vez dentro de la perturbada mente de Julian. El final, llega como una necesaria purga divina para todos los personajes, que son liberados de su tormento existencial.
Only God Forgives es una película que no da lugar a medias tintas. La potencia de las imágenes y la música de Martínez unidas dan lugar a una experiencia única. Lo difícil es quizá encontrar el momento adecuado para disfrutar de su tóxica belleza, que posee a raudales.
Refn ha vuelto, fiel a su estilo. Que nadie vuelva a esperar Drive 2.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Hay secuencias para el recuerdo. Cada momento de Chang en el karaoke con los policías es como una aparición de Dios ante sus discípulos. De hecho, una de las frases que Refn dijo a Pansrigarm rodando el film era que tenía que interpretar a Dios. Otra interpretación, es que el personaje de Scott Thomas es el diablo.
El tan criticado laconismo de Gosling resulta por otra parte perfecto en su personaje. Es un volcán silencioso que entra poco a poco en erupción con violentos espasmos, torturado insanamente por una madre déspota y cruel.
El combate entre Chang y Julian, aderezado con ese "Wanna Fight" de Martínez es uno de los puntos álgidos de la cinta. Su final, una redención implorada en silencio a un Dios terrenal que aplica sus reglas y está por encima de todo juicio.
El tan criticado laconismo de Gosling resulta por otra parte perfecto en su personaje. Es un volcán silencioso que entra poco a poco en erupción con violentos espasmos, torturado insanamente por una madre déspota y cruel.
El combate entre Chang y Julian, aderezado con ese "Wanna Fight" de Martínez es uno de los puntos álgidos de la cinta. Su final, una redención implorada en silencio a un Dios terrenal que aplica sus reglas y está por encima de todo juicio.