Por fin J. J. Abrams ha completado un proyecto, en donde la historia está bien definida, con lo que se disfruta mejor de todo el espectáculo visual y técnico que la acompaña.

La historia combina muy bien los momentos en la tierra con otros en el espacio, todo bien unido, evitando cambios temporales que desorienten al espectador.
Desde la primera escena con Spock en un volcán y la nave sumergida en el agua, pasando por las escenas de Kronos y por supuesto las de Londres y San Francisco, la película es un prodigio de " diseño de producción ". Todos los escenarios están estudiados al máximo detalle y parecen reales, no montados artificialmente.
La banda sonora de Michael Giacchino mejora la de la anterior entrega, con una mezcla de sonidos muy variado y que potencia la acción de la película, sin llegar a ser exagerada, cosa que se agradece.

Las escenas de acción están más dosificadas, siempre al servicio de la historia y no al revés. Prefiero películas de ficción-acción en donde intercale esas escenas con otras más pausadas y donde te explique la trama, no me gustan esas películas de un ritmo vertiginoso y que no de tiempo a respirar, porque en ese caso la trama queda en un segundo plano siempre pensando en el espectador que prefiera este tipo de propuestas.

Esta es mi segunda incursión en la saga, después de ver la del 2009. En esta película los roles de los personajes están bien definidos, no hay tanta confusión e intercambio de papeles.
A nivel visual la fotografía es buena, en las imágenes de San Francisco o Londres y en aquellas que los protagonistas están en la nave Enterprise.

La historia que tiene lugar en la capital británica está muy bien contada, lo que permite introducir en la historia al personaje de Khan, eso unido con las decisiones tomadas en San Francisco con mucho diálogo interesante, hacen que la película ponga primero las cartas sobre la mesa para posteriormente lanzarse a la acción.
Uno de los problemas de la película son los intérpretes, ninguno de los miembros de la Enterprise hace una buena actuación, la única que lo hacía bien en la anterior película, Zoe Saldana, en esta casi no aparece. La novedad es la presencia de Benedict Cumberbatch, uno de los mejores actores de la nueva generación, el británico nos regala dos o tres escenas en donde demuestra su calidad interpretativa, pero tiene el mismo problema que Shannon en " El hombre de acero " o Fassbender en " Prometheus ". Es una pena que actores de ese nivel interpreten esos papeles tan pequeños, en géneros que no pueden demostrar su gran capacidad interpretativa.
Deseando que llegue la nueva película de la saga y ojala el resultado sea como esta, tan notable.