David Yates vuelve a estar al frente de una entrega de la saga "Animales fantásticos", en la tercera de las cinco películas previstas de esta secuela de "Harry Potter", y que poco a poco se va acercando al universo del colegio Hogwarts, además de tener una segunda mitad bastante entretenida con dos tramas muy bien desarrolladas que suceden de manera paralela. Esta película juega más con la emoción al presentarnos algún personaje que puede tener importancia en la siguiente entrega, y sobre todo que tiene mucho más de "Harry Potter", sin llegar al nivel de "Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald", que me parece el guion más redondo de los tres de la saga.

La historia se centra en la lucha personal entre los personajes de Albus Dumbledore y Gellert Grindelwald, que representan el bien y el mal, que se enfrentarán por el poder en una parte final en Bután, con unas escenas que tienen emoción, algún combate dialéctico entre dos grandes intérpretes como Jude Law y Mads Mikkelsen (sustituye a Johnny Depp en el papel de Grindewald) y alguna sorpresa inesperada. Mientras que esos dos magos se disputan el poder en ese lugar con unos paisajes espectaculares, los hermanos Scamander se ven inmersos en unas aventuras con una escena muy divertida con Newt bailando para evitar ser picado por esos bichos tan extraños con cuerpo de cangrejo y cola de escorpión.

El problema de esta película es que es excesivamente larga, tiene un tercio inicial que se hace bastante pesado y que no avanza, así como que se podía haber recortado algo el epílogo, pero que sirve para que tenga algo de protagonismo el personaje de Jacob Kowalski, uno de los más queridos de la saga. Pero merece la pena aguantar para disfrutar de esas escenas tan emocionantes y divertidas, además de añadir elementos nuevos a la saga.

A nivel técnico y artístico la película es correcta, con una buena recreación de los escenarios, aunque se nota en exceso el empleo del CGI en las escenas de Bután, y con otro buen trabajo en la composición musical de James Newton Howard y en el diseño de vestuario de la cuatro veces ganadora del Óscar Colleen Atwood. Una película que gustará a los fans de "Harry Potter" y del cine de fantasía, y que aburrirá al resto de espectadores.

LO MEJOR: Las escenas en Bután. El diseño de vestuario y la banda sonora.
LO PEOR: Su excesivo metraje, y que el tercio inicial es bastante monótono.

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