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Voto de Juan Ignacio :
7
Drama Barrio madrileño de Maravillas. Eloísa es una abnegada esposa y madre eficiente, que vive con su marido, un guardia municipal más autoritario en casa que en la calle y al que a veces se le va la mano. Su hijo es un beato que salió del seminario poco antes de convertirse en sacerdote, y que se pasa la vida estudiando y rezando para expiar los pecados de su familia. Las hijas, dos hermanas, obsesionadas cada una a su manera por la ... [+]
12 de diciembre de 2015
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dramón ambientado en el Madrid de comienzos de los años 60, en cuya plaza de Chueca, pleno centro de la ciudad, el matrimonio formado por Agapito, guardia urbano, y Eloisa, ama de casa, vive junto a dos de sus hijos, ya adultos, Rodolfo, muy beato, y Luisita, dependienta de una tienda de artículos de regalo. Eloisa, la otra hija del matrimonio, malvive junto a su marido, Faustino, cuando este se digna en aparecer por su casa, un camarero obsesionado con acertar una quiniela de catorce resultados ganadores que le convierta en millonario.

Con estos mimbres, provenientes de una novela homónima de Juan Antonio de Zunzunegui, escrita en 1960 por el prolífico autor vasco quien, en 1957, ocupó el sillón "a" de la R.A.E que dejó vacante Pío Baroja.

Fernando Fernán-Gómez adaptó la obra citada escribiendo el guion y la dirigió. De marcado corte realista, incluso naturalista, al igual que la novela, la película fue censurada, y estrenada tan solo en un cine de Bilbao, de donde fue retirada tras dos semanas de exhibición; asuntos como el del aborto y el de la prostitución, más o menos encubierta, eran difíciles de ser aceptados por los censores morales de aquellos tiempos. El hijo del productor, Juan Estelrich, del mismo nombre que su padre, fue quien la recompuso en su integridad y la reestrenó en 2015.

Fernán-Gómez nos narra una vida miserable en el amplio sentido de la palabra, donde las más bajas pasiones, las más ruines, se suceden sin disimulo alguno (algo en lo que, a decir verdad, España no ha cambiado tanto), incluso en la propia familia, como en este caso, donde las dos hermanas, Luisita y Eloisa, se profesan un profundo odio originado por las diferencias económicas existentes entre una y otra. Eloisa, la que con su concurso de belleza de barrio ganado en su juventud, era la que más feliz se las prometía en un futuro reducido a casarse con un buen partido y tener hijos (ese solía ser el futuro más común para la mujer española de aquella época), es quien se ve ahora agobiada por las estrecheces diarias ante sus hijos, tres que en el transcurso de la película se convertirán en cuatro, sola, pues su marido no la hace ni caso, y sin la posibilidad de divorciarse porque el divorcio no existía, aunque tuviese la ocasión de reiniciar su vida. Por su parte, Luisita, destaca entre los hombres y tontea con ellos... o algo más, de lo que saca su buen rendimiento, del que hace partícipes a sus padres, quienes, con la doble moral siempre existente, aceptan los regalos de su hija sin cuestionarse demasiado el origen del dinero manejado por ella, algo a lo que no accede su hermana.

Película dura y difícil de aceptar en una época y país en el que se solía ir al cine a evadirse de esa misma realidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Juan Ignacio
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