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Voto de Manu_Gzlz:
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5,7
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Ciencia ficción. Acción. Fantástico
Los habitantes de una pequeña isla se han visto acosados por unas extrañas aves denominadas Gyaos. Cuando el ejército se propone capturar a los siniestras aves, una tortuga gigante de origen desconocido aparece para destruirlas antes de que provoquen la destrucción en la Tierra. (FILMAFFINITY)
28 de enero de 2017
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tarde pero acertado. La Daiei, mítica compañía cinematográfica nipona rival de la Toho de Gozdilla, acabó por fin con el sufrimiento de la saga clásica de su legendaria tortuga gigante, Gamera, con este estimable Kaiju Eiga que inauguró una nueva etapa en las andanzas del monumental galápago. Y digo tarde porque la Toho ya hizo lo propio diez años antes con la saga de Gozdilla tras la irrefrenable caída en la decadencia perpetrada especialmente por Jun Fukuda con títulos tan aborrecibles como "Godzilla contra Megalón " (AKA "Gorgo y Supermán se citan en Tokio") o "Godzilla contra Gigan" (AKA "Galien el monstruo de las galaxias ataca de nuevo").
Lo cierto es que la saga de Gamera, menos prolífica que la de su saurio rival, no tardó mucho en caer en el descrédito desde su inauguración con la inolvidable "Gamera, el mundo bajo el terror". Ya a finales de los sesenta la saga se había convertido en un divertimento infantil que desembocaría en películas protagonizadas por un monstruo bonachón que con la ayuda de niños repelentes y cantores tendría que acabar con monstruos de lo más risible. Pues bien, con "Gamera, Guardian del Universo", la Daiei y el director Shusuke Kaneko dan carpetazo a las tramas infantiloides para reiniciar la saga con un contenido más serio que se ve además reforzado por una notable mejora técnica respecto a entregas anteriores, muy especialmente respecto al incontestable bodrio "Supermonster Gamera" que servía de colofón final al despropósito en el que se había convertido la serie clásica del monstruo. Así, hay elementos bastante destacables dentro del film que nos ocupa. Por un lado, la fabricación de las maquetas de Tokio y el diseño de los monstruos protagonistas, Gyaos y Gamera mantienen un nivel de dignidad bastante aceptable. Por otro, encontramos una interpretación bastante solvente por parte de los protagonistas humanos, la mayoría de ellos adultos (por fin), aunque como suele ser habitual en el kaiju, no tienen un gran peso en la trama.
En lo referente al argumento, es cierto que éste no trae nada nuevo a la saga, a excepción de la eliminación de niños protagonistas que infantilizaban en exceso la mayoría de las anteriores entregas. La historia gira en torno a la aparición de unos monstruos voladores ("pájaros", los llaman, aunque midan 15 metros, estén cubiertos de escamas y tengan colmillos) a los que el Gobierno del Japón obliga a capturar a una joven ornitóloga con ayuda de las fuerzas armadas, mientras que en el Pacífico, un carguero de plutonio encalla con un gigantesco atolón flotante que va a la deriva. Finalmente, resulta que los monstruos voladores son Gyaos, a quienes recordaremos (eso sí, con un aspecto infinitamente más cutre) de anteriores entregas de la saga, y que el atolón no es otra cosa que el caparazón de Gamera, que despierta y se dirige a combatir a Gyaos.
En definitiva, "Gamera Guardián del Universo" supone un significativo avance de la Daiei en su gran competencia con el Godzilla de la Toho, pero tampoco aporta nada extraordinario al universo del Kaiju Eiga si bien en comparación a sus anteriores entregas podría parecer que sí. Se trata pues de un kaiju eiga aceptable y digno que sirvió para revivir las aventuras de uno de los grandes colosos del género, la tortuga Gamera y que sirvió de primera entrega de una de las trilogías más consistentes del género, que se completaba con "Gamera 2: el ataque de Legion" y "Gamera 3: el despertar de Iris".
Lo cierto es que la saga de Gamera, menos prolífica que la de su saurio rival, no tardó mucho en caer en el descrédito desde su inauguración con la inolvidable "Gamera, el mundo bajo el terror". Ya a finales de los sesenta la saga se había convertido en un divertimento infantil que desembocaría en películas protagonizadas por un monstruo bonachón que con la ayuda de niños repelentes y cantores tendría que acabar con monstruos de lo más risible. Pues bien, con "Gamera, Guardian del Universo", la Daiei y el director Shusuke Kaneko dan carpetazo a las tramas infantiloides para reiniciar la saga con un contenido más serio que se ve además reforzado por una notable mejora técnica respecto a entregas anteriores, muy especialmente respecto al incontestable bodrio "Supermonster Gamera" que servía de colofón final al despropósito en el que se había convertido la serie clásica del monstruo. Así, hay elementos bastante destacables dentro del film que nos ocupa. Por un lado, la fabricación de las maquetas de Tokio y el diseño de los monstruos protagonistas, Gyaos y Gamera mantienen un nivel de dignidad bastante aceptable. Por otro, encontramos una interpretación bastante solvente por parte de los protagonistas humanos, la mayoría de ellos adultos (por fin), aunque como suele ser habitual en el kaiju, no tienen un gran peso en la trama.
En lo referente al argumento, es cierto que éste no trae nada nuevo a la saga, a excepción de la eliminación de niños protagonistas que infantilizaban en exceso la mayoría de las anteriores entregas. La historia gira en torno a la aparición de unos monstruos voladores ("pájaros", los llaman, aunque midan 15 metros, estén cubiertos de escamas y tengan colmillos) a los que el Gobierno del Japón obliga a capturar a una joven ornitóloga con ayuda de las fuerzas armadas, mientras que en el Pacífico, un carguero de plutonio encalla con un gigantesco atolón flotante que va a la deriva. Finalmente, resulta que los monstruos voladores son Gyaos, a quienes recordaremos (eso sí, con un aspecto infinitamente más cutre) de anteriores entregas de la saga, y que el atolón no es otra cosa que el caparazón de Gamera, que despierta y se dirige a combatir a Gyaos.
En definitiva, "Gamera Guardián del Universo" supone un significativo avance de la Daiei en su gran competencia con el Godzilla de la Toho, pero tampoco aporta nada extraordinario al universo del Kaiju Eiga si bien en comparación a sus anteriores entregas podría parecer que sí. Se trata pues de un kaiju eiga aceptable y digno que sirvió para revivir las aventuras de uno de los grandes colosos del género, la tortuga Gamera y que sirvió de primera entrega de una de las trilogías más consistentes del género, que se completaba con "Gamera 2: el ataque de Legion" y "Gamera 3: el despertar de Iris".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Como se ha dicho antes, nada especial aporta este "Gamera Guardian del Universo". Como en la mayoría de kaijus en los que existe enfrentamiento entre dos criaturas, el combate actúa como clímax, y lo cierto es que las motivaciones que empujan a ambos colosos a la lucha no parecen de lo más elaborado.
Parece ser, según se desprende de las investigaciones llevadas a cabo por un biólogo marino, un capitán de navío militar de vacaciones y una joven ornitóloga, tanto Gyaos como Gamera fueron creados por los habitantes de la Atlántida, el primero como un ser diabólico y el segundo como un guardián de la humanidad, condenados a enfrentarse entre sí. En consecuencia, a pesar de haber puesto el contador a cero y no dar seguimiento a la serie original, entendiendo ésta como la primera aparición pública de Gamera, se deja patente que, al contrario de lo que pasaba con "El mundo bajo el terror", Gamera es, supuestamente, un monstruo amigo de la humanidad cuya existencia se debe a su protección. Esto contrasta un poco con algunas secuencias en las que Gamera destruye Fukuoka o Japón de manera gratuita e innecesaria generando, según la prensa nipona, decenas de bajas. En cualquier caso tampoco falta el recurso infantil tan característico de las películas de Gamera, esta vez personificado por una niña, Asagi, que al recibir un colgante de metal encontrado en el caparazón del monstruo, tiene conexiones espirituales (y hasta físicas) con la gigantesca tortuga, a la que guía hasta el combate final contra un Gyaos que ya alcanza, tras un crecimiento monstruoso, los 100 metros.
Parece ser, según se desprende de las investigaciones llevadas a cabo por un biólogo marino, un capitán de navío militar de vacaciones y una joven ornitóloga, tanto Gyaos como Gamera fueron creados por los habitantes de la Atlántida, el primero como un ser diabólico y el segundo como un guardián de la humanidad, condenados a enfrentarse entre sí. En consecuencia, a pesar de haber puesto el contador a cero y no dar seguimiento a la serie original, entendiendo ésta como la primera aparición pública de Gamera, se deja patente que, al contrario de lo que pasaba con "El mundo bajo el terror", Gamera es, supuestamente, un monstruo amigo de la humanidad cuya existencia se debe a su protección. Esto contrasta un poco con algunas secuencias en las que Gamera destruye Fukuoka o Japón de manera gratuita e innecesaria generando, según la prensa nipona, decenas de bajas. En cualquier caso tampoco falta el recurso infantil tan característico de las películas de Gamera, esta vez personificado por una niña, Asagi, que al recibir un colgante de metal encontrado en el caparazón del monstruo, tiene conexiones espirituales (y hasta físicas) con la gigantesca tortuga, a la que guía hasta el combate final contra un Gyaos que ya alcanza, tras un crecimiento monstruoso, los 100 metros.