Tommy Lee Jones (Agente J) y Will Smith (Agente K) vuelven a enfundarse en su traje negro 10 años después de una desinflada secuela. Al igual que aquella, ésta cumple con su propósito: entretener. En esta tercera entrega de Barry Sonnenfeld (Wild Wild West, Addams Family) el protagonismo recae totalmente sobre Will Smith mientras que Tommy Lee Jones aparece solamente en algunas escenas y es substituido casi inmediatamente por un más que acertado Josh Brolin como el joven Agente J.

Hilarante en algunos momentos y simplemente correcta en otras, la tercera entrega tiene un buen arranque pero va perdiendo gas a medida que avanza y a la misma velocidad que el salto en el tiempo de Smith (por cierto, la mejor escena de la película). El 3D, muy bien aprovechado, sirve al menos para amortiguar la caída.

MiB 3 no consigue desmemorizar al público de la originalidad de la primera pero como su secuela cumple con el mismo propósito: pasar el rato. Apta para amigos y familias que quieran divertirse en el cine.