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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
4
Aventuras. Fantástico. Acción Cuando Jack Sparrow (Johnny Depp) vuelve a encontrarse con una mujer a la que había conocido años atrás (Penélope Cruz), no está seguro de si se trata de amor o si ella es una estafadora sin escrúpulos que lo está utilizando para encontrar la legendaria Fuente de la Juventud. A todo esto, Jack es capturado por el Queen Anne's Revenge, el barco del temible pirata Barbanegra (Ian McShane), que lo obliga a unirse a su tripulación, lo que ... [+]
26 de mayo de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Varias cosas sorprenden de Piratas del Caribe 4. Ahora sólo hay coreografía, la intuición de que los actores son más atletas que intérpretes, y de que la espectacularidad de los momentos más descacharrantes es más impostada, más falsa que nunca. En Piratas del Caribe 4 hay recursos técnicos, planificación, sincronización y batallas mil, pero todo resulta demasiado evidente, resabido. Pasan cosas, sí, pero no hay acción ni épica. Así que por muchos trucos que haga Depp, por muchas vicisitudes que pase, en seguida se notan las prótesis que esconde el maquillaje, las muletillas de un guión más preocupado en enlazar escenas que en construir una trama con hondura. La emoción de la batalla debería emanar de una buena historia, y no de unos buenos efectos especiales. La rabia es que el engañado, o productor del engaño, sea Rob Marshall, cada vez más alejado del talento de su primer Chicago, incluso de la solvencia visual de Memorias de una geisha. Y con Marshall volvemos al concepto de coreografía: el responsable filma los momentos más disparatados como si fueran pasos de baile, ecos de la inexacta Nine. Así que Piratas del Caribe 4 es una película hacendosa que da lo que promete, pero es demasiado pulcra, poco original; una impersonalidad reciclada al servicio de un público amplio, poco exigente y de edades muy dispares.

El último dato es la construcción de los personajes. En Piratas del Caribe 4 todo da un tanto igual. Penélope Cruz lidia con la pirata más estúpida del barco, ni rastro de esa corsaria de rompe y rasga que prometían: demostración de los fallos del film es que la heroína no tiene ningún momento de lucimiento, ninguna escena de acción notable, ninguna frase de clímax amoroso con Sparrow (y cuando insulta en español, parece una burda imitación de su papel en Vicky Cristina Barcelona, en general de su imagen de latina malhumorada). Óscar Janeada, capitán de la tropa española, aparece casi de forma testimonial. Los movimientos de Johnny Depp parecen más obra del videojuego que del cine: desgraciadamente, lamentamos no tener el mando de la consola para sentir la acción en nuestras carnes. Y de aquí retomo otra idea previa: si el conjunto de películas nació a partir de una atracción de Disneyworld, en esta cuarta parte se nota más que nunca la curiosa concepción del invento. El blockbuster palomitero, género muy difícil de acometer, muy noble y complejo, cede al artefacto y al artificio. Desearía que Jack Sparrow fuera un guiñol mudo a lo Charlot. Y espero que no haya quinta parte, sea cual sea el dictamen de la taquilla.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities http://cachecine.blogspot.com
Xavier Vidal
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