Haz click aquí para copiar la URL
España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
7
Drama Historia dramática que recorre 12 años (2002-2013) de la vida de Mason (Ellar Coltrane) de los seis a los dieciocho. Durante este periodo, se producen todo tipo de cambios, mudanzas y controversias, relaciones que se tambalean, bodas, diferentes colegios, primeros amores, desilusiones y momentos maravillosos. Un viaje íntimo y basado en la euforia de la niñez, los sísmicos cambios de una familia moderna y el paso del tiempo. (FILMAFFINITY) [+]
19 de agosto de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ordenar la filmografía de Richard Linklater, establecer unas constantes y temáticas transversales en la carrera del inquieto directo de 'Waking Life' o 'Antes del anochecer', es una operación bastante difícil, una tarea pendiente que la crítica especializada debe realizar más pronto que tarde para valorar como se merece la personalísima trayectoria de Linklater. El estreno este otoño de 'Boyhood' demuestra la urgencia de sistematizar el 'totum revolutum' en el que se está conviertiendo la obra del cineasta norteamericano, uno de esos nombres más o menos queridos, más o menos citados, pero siempre necesarios por su capacidad de reinventarse película a película y de aportar numerosos frentes de debate a la cinefilia más atenta. En este sentido, 'Boyhood' puede entenderse como una variación más de la obsesión de Linklater por jugar y expresar el tiempo real en los soportes de la ficción: la trilogía 'Antes de...' se imponía como un ejercicio de condensación temporal (la vida de los personajes se constriñe a la filmación de un día, tarde o noche), mientras que 'Boyhood' juega a dilatar los tiempos (aquí, la película es en sí un instante en una vida ajena, y el formato cinematográfico juega a simular el lento discurrir del tiempo y los efectos que éste tiene en los cuerpos y en las almas de los personajes).

En relación al tiempo, la película tendrá por desgracia una denominación un tanto contradictoria a su llegada a los cines españoles: 'Boyhood', el título original, hace pensar en la narración de una niñez - adolescencia - juventud, una descripción más precisa de lo que ofrece el film con respecto al subtítulo 'Momentos de una vida'. El film no es una concatenación de 'momentos' en una 'vida', sino más bien una ordenación cronológica de vivencias. Linklater aspira a reproducir el crecimiento físico y psíquico de un joven criado en una familia rota en la Norteamérica posterior al 11-S. Todo ello se expresa sin efectos ni trucos, transmitiendo una notable sensación de realidad.

Con todo, la duda personal es si Linklater consigue su objetivo de 'crear otro tiempo' a partir de los tiempos que marca el metraje cinematográfico: ¿no es acaso el mismo montaje de la película una demostración de que, aunque de forma casi imperceptible, se está traicionando o como mínimo manipulando la veracidad de los tiempos? Al fin y al cabo, como espectador resulta poco creíble el hecho de que los actores vayan cambiando - creciendo de forma brusca en pantalla. Da la sensación, en definitiva, de que Linklater ofrece un interesante intento de reproducción - imitación real, y sin duda su peripecia abre nuevos frentes en el 'realismo cinematográfico', pero algunas de sus estrategias no convencen. Pensémoslo bien, con los pies en el suelo y los ojos en el reloj, justamente las directrices en las que se mueve Linklater: ¿puede una esposa abandonar a su marido alcohólico sin más, sin que ese episodio plantee un dilema moral sobre los hijos que continúan viviendo con el maltratador y sin incidir en los efectos que ello tiene en la vida de mayores y pequeños? ¿puede un padre ser 'padre' cuando apenas visita a sus hijos pocas tardes al año, pese al gran trabajo interpretativo que realiza Ethan Hawke? ¿puede una madre pasar en pocas escenas de alumna a profesora titular de Psicología, sin que se nos explique la difícil conciliación familiar y laboral o el esfuerzo - desgaste que conlleva la realización de una tesis doctoral con dos hijos a cargo?

El reto es transparente, su discurso es claro, pero sus formas también son un tanto evidentes y cuestionables. 'Boyhood' dista de ser una 'película total', pero sí experimenta, ensancha miras y nos obliga a ser conscientes de nuestra relación con lo que vemos y vivimos, y de cómo lo vemos y vivimos: ese es el verdadero mérito de un film que está llamado a ser uno de los nombres más importantes de este 2014.

@Xavicinoscar, Cinoscar & Rarities
http://cachecine.blogspot.com.es/
Xavier Vidal
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow