Vuelvo a esta obra maestra una y otra vez. Hay tantos visionados de este film como perspectivas caben dentro de cada uno; que son, precisamente , nótese la redundancia, i-limitadas. Límites, infinitud, percepción. Esta obra trascendente nos hace jugar en estos términos. El poder del mito. Lo que se es capaz de percibir. La labor de samurái de Isaach de Bankolé de ser el auténtico amo y señor y maestro de su percepción , de todo su ser en todas sus interrelaciones con todos los espaciotiempos que surjan. Obra iniciática, simbólica, hermética y fundamental de uno de los mejores (para mí el mejor) maestros cinematográficos contemporáneos