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Voto de devilman:
10
8,2
19.923
Drama
En el año 1901, en una finca del norte de Italia, nacen el mismo día el hijo de un terrateniente y el hijo de un bracero que serán amigos inseparables, aunque su relación se verá nublada por sus diferentes actitudes frente al fascismo. Drama que hace un complejo recorrido político y social por la Italia del siglo XX. (FILMAFFINITY)
20 de julio de 2021
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impactante retablo de la Italia de comienzos del Siglo XX con un estilo operístico (no es casual que el racconto se inicie con un Rigoletto pueblerino llorando la muerte de Verdi) que lo emparenta con el Visconti de El Gattopardo (y no solo por utilizar a Burt Lancaster como el patriarca de la familia Berlinghieri). Si bien, es un filme coral que cuenta con cientos de extras pobladores de la Emilia-Romagna en el mejor estilo de Pasolini, destacan las actuaciones de Robert De Niro (cuyo Alfredo nunca se menciona entre sus actuaciones más inspiradas), Gerard Depardieu como su contracara Olmo, el genial Donald Sutherland como el arribista y sádico Attila y, sobretodo, la musa pasoliniana Laura Betti, como una repugnante Regina. Pese a sus casi seis horas de duración, constituye un relato atrapante y colorido de la historia italiana de principios del siglo pasado donde, a pesar de lo que muchos han querido ver como una apología del comunismo, caen palos para todos. Obviamente, la mayor parte cae sobre el régimen fascista pero no impide que se critique al propio P.C.I. (es notable como los argumentos de los fascistas no difieren demasiado de los de sus adversarios, invocando los intereses de un pueblo que ni conocen ni les importa), al fanatismo religioso, al arribismo político y económico, a la burguesía que con sus dudas permitió la consolidación del régimen fascista y a la clase política que utilizó (y utiliza) el esfuerzo ajeno para conseguir sus objetivos. De visión imprescindible para todo aquel que ame el cine es una de las mayores obras del difunto Bertolucci.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Una de las mejores escenas es aquella donde el "tribunal popular" juzga al patrón, declarándolo muerto y festeja el "triunfo de la revolución" esperando la llegada de los partisanos entre banderas rojas y canciones revolucionarias. Pero, cuando estos llegan al pueblo, tardan dos minutos en desarmarlos en nombre de "los democratacristianos, los liberales, los socialistas y los comunistas" que acaban de formar un gobierno provisional que se encargará de regir sus destinos desde entonces y marcharse por donde vinieron lo que lleva a Alfredo-De Niro a decir, con una mueca de sorna "el patrón sigue vivo", poniendo de manifiesto la traición de la clase política en función de sus intereses, a los que dieron su vida por defenderlos. Después de todo, aunque ellos no lo supieran, entre Stalin y Mussolini no había demasiada diferencia.