Si lo que se pretendía era una crítica a la sobreprotección maternal, ya el Nano Serrat lo definió mucho mejor y hace una punta de años en su tema "Los locos bajitos". "Nadie puede impedir que sufran//que las agujas avancen en el reloj//que decidan por ellos//que se equivoquen//que crezcan y que un día//nos digan "adiós". En tres minutos dice lo mismo y mejor que a Jodie Foster le tomó una hora larga. El tema es bueno pero el tratamiento está tan lleno de tópicos que si cambiáramos el sistema Arkangel por una madre que amenaza constantemente a su hija con morirse si no hace lo que ella dice, tendríamos uno de los culebrones de Verónica Castro de los `70. La falta de ritmo es pavorosa como la falta de empatía de las protagonistas. Todo para llegar a un final que se ve venir a los 10 minutos.