Siempre que pongo en acción un clásico, pienso en lo que hubiera disfrutado viéndolo en pantalla grande el día de su estreno, sentado en mi butaca acompañado por buenos amigos y rodeado de ese halo de rancio romanticismo, que desprenden todas las salas para los amantes del buen cine,y Grupo salvaje, es sin lugar a dudas una de esas películas.
Digno de mención entre los mejores western, encierra todo lo que me entusiasma de la vida:coraje, dignidad, palabra y dos cojones.
Poseedora del más duro estilo Peckinpah, tan presente en cualquiera de los enfrentamientos, domina con maestría los referentes del género, determina excelentemente el papel de cada uno de sus personajes, nos deleita con cualquiera de sus planos, pone en bandeja los instintos más básicos y nos domina con sus diálogos rompedores.
Acompañada por el perfecto trabajo de William Holden, en su papel de antihéroe de profundas convicciones e inquebrantable palabra, resumido en cada una de sus amargas miradas, la siempre cómplice sonrisa de Ernest Borgnine, el sucio amor por el dinero de Warren Oates y Edmun O´Obrien, la brillante puesta en escena de la más despreciable amoralidad y tiranía de la mano de Jaime Sánchez, y quizás el mejor reflejo de seriedad, adustas formas y sempiterno odio a lo mediocre, gracias a Robert Ryan. ("Quizás el más grande de los actores, junto con Holden")
Completada por grandes momentos cómicos dominados por ácidos comentarios, y por situaciones surrealistas dignas de relatarse, descatando la locura fugaz en el "momento ametralladora".
Con un ritmo en tensión permanente, el final es posible que sea uno de los más trepidantes y explosivos del Western, rebosante de fuego, sangre y odio, tan sólo nos deja constancia del carácter indómito de sus personajes, y la furia que poseían. ¡ Cúanto le debe De Palma, en su Precio del Poder ¡

Por todo ello, los no creyentes te damos GRACIAS:

Sam Peckinpah que estás en el cine,

recordado sea tu nombre,

venga a nosotros tu genio,

hágase tu voluntad en el western como en el negro,

Danos hoy nuestros diálogos de cada día,

perdona nuestras carencias,

como también nosotros perdonamos a los que no te conocen,

no los dejes caer en el cine de autor,

y líbranos del actual cine español.

Por los ciclos de los ciclos, AVECREN.

Un saludo