Salen tres tipos y dos nombres: Val Kilmer y Christian Slater. La pregunta es inmediata ¿y el negro quién es? ¿alguien le conoce? Yo desde luego no, así que echo un vistazo a la ficha:
Christian Slater, Val Kilmer, Daryl Hannah, Sara Downing, Vincent Laresca, Bathazar Getty, Bokeem Woodbine, Rodney Rowland, William Forsythe
Es evidente, pienso... el negro es Balthazar.
Pero mira tú por donde que resulta que no. Así que deduzco que por el orden, saltándome a las dos chicas, debe ser ese tal Vincent Laresca. Busco imágenes suyas y veo que no es negro, que es hispano. Entonces pienso que en el cartel se han pasao tres pueblos, porque le meten, no le nombran y le colorean más oscuro de lo que es. Pero me fijo bien y el negro y Vincent no se parecen en nada, así que sigo buscando. Pienso que será el Rodney, como el de la enebeá, y tampoco. Señores, el negro es: Bokeem Woodbine
Este desgraciado actor trata de hacerse un nombre en Hollywood, pero teniendo en cuenta que le marginan en el cartel, y que en la tele entran los anuncios al milisegundo de entrar los títulos de crédito ¿quién se va a quedar con él? Pobre hombre. Sólo le queda la esperanza de impresionar con su papel, pero claro, un papel simplón en una peli floja, no ayuda.
A pesar de estos precedentes, tres años después de este despropósito, consiguió el, hasta ahora, papel de su vida: 10 minutos de metraje en Edmond, la peli de Stuart Gordon en la que gozó de maquillaje (le disimularon el brillo de la calva), vestuario (un pijama de preso), caracterización (le arrancaron un piño), y drama (obliga a William H. Macy a comerle el miembro)
Pero han pasado 12 años, no despega y se le va a empezar a pasar el arroz.
Todo por un hijoputa que pensó que un nombre tan largo y poco atractivo estropeaba su ya espantoso cartel. ¿Para qué le pones, eh, para qué le pones?