Peliculilla muy mediocre, con interpretaciones mediocres y guión no menos mediocre: un chaval negro, barriobajero y de pocas luces es acogido por una familia WASP (White, Anglo-Saxon, Protestant) megaguay que le ayudan a superarse a sí mismo y alcanzar el éxito.

Cine NO apto para todos los públicos, especialmente para aquellos que tengan un alto índice de glucemia. Sí, la cinta esta muy edulcorada y almibarada, empezando por los personajes que no tienen ninguna profundidad: la Sandra Bullock, haciendo de superpija, personaje plano y sin dobleces; el marido de la pija, tres cuartos de lo mismo; la hija, que es tan buena chiquita que deja entrever que rompe con el novio para defender a su nuevo hermano; el chavalote negro que adoptan, con sus ojos de corderito degollado, incapaz de romper un plato... pero lo peor de todo es EL NIÑO.

El niño merece un apartado por sí mismo: y cuando digo niño hablo tanto del personaje como del actor. ¡Que repelente, por Dios! Sus gestos, su forma de hablar (por lo menos en la versión doblada que es la que he visto), sus supuestas gracietas... Es un niño que te dan ganas de correrlo a hostias. Es el Repelente Niño Vicente.

En fin, peliculilla de poco calado, para que la pongan los canales de TV algún domingo por la tarde. Cine familiar que indudablemente tendrá su público, pero un servidor prefiere cine menos pastelero y más trasgresor.