Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Lafuente Estefanía:
6
Western En el verano de 1875, los comanches asaltan una ciudad mexicana y se llevan cautiva a Margarita Álvarez, que pasa a ser propiedad de su jefe Nube Negra. El gobierno pide a Jim Read, el jefe de los exploradores indios, que intervenga como mediador. (ILMAFFINITY)
9 de noviembre de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así eran conocidos los comanches por su valentía. Pero ahora estamos en 1875 cuando asolan los pueblos fronterizos de México en represalia por las cabelleras indias que allí se venden. Se cuenta en los créditos que la cinta aborda hechos reales, en tal caso estamos ante cortadores de cabelleras ... blancos.
Otra vez "una de indios", con comanches buenos y malos como también sucede entre los blancos. Entre los muchos diálogos se narra un poco la historia de esta cultura india, que conoció a los primeros colonizadores españoles en 1707 a los que recibieron con su tradicional hospitalidad. Sin embargo, pronto surgieron las diferencias y los españoles empezaron a "pagar dinero por las cabelleras de los comanches que mataran". Naturalmente, los mexicanos cuando alcanzaron la independencia prohibieron tan macabra costumbre. Pero el caso es que en 1875 seguía vigente este pago, lo que nos hace pensar que realmente fueron las nuevas autoridades independientes quienes la impusieron. Nos cuesta pensar que lo hicieran los escasos frailes franciscanos que se adentraron en estos territorios.
Por lo demás se trata de una cinta hecha con bastante dignidad, con más palabras que acción, con buenos movimientos de la caballería india o americana, con cientos de extras y magníficos paisajes de las inmediaciones de la ciudad de Durango. En cuanto a la interpretación, bien Jim Read (Andrews) y solo regular Margarita Álvarez (Linda Cristal) que aparece entre los indios perfectísimamente maquillada.
Los comanches se muestran bastante bien caracterizados, son valerosos soldados que cumplen la palabra dada, pero se quejan que en las grandes negociaciones no son tenidos en cuenta ni por americanos ni por mexicanos. Y eso que son conscientes que la grandeza de una raza se mide por la magnitud de los favores que concede. Así les fue.
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow