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Voto de Lafuente Estefanía:
7
Western. Thriller Maggie Gilkenson (Blanchett) y sus dos hijas viven aisladas en una región boscosa del suroeste de los EE.UU. Cuando su hija mayor (Evan Rachel Wood) es secuestrada por un brujo indio con extraños poderes, Maggie no tiene más remedio que recurrir a su padre (Tommy Lee Jones), un hombre que la abandonó siendo una niña. El chamán y sus hombres han secuestrado también a otras jóvenes, dejando una estela de horror y muerte. Maggie y su padre ... [+]
20 de septiembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que el principio de la cinta descoloca bastante al espectador. El mismo título parece anunciar un misterio que luego no lo es tanto, para seguir con una presentación de las de "miedo". Luego, en la escena inicial, encontramos tan tranquila a la protagonista en la letrina haciendo sus necesidades. La primera en la frente (o en el culo). Hasta allí reclaman sus servicios como curandera a la guapa Maggie Gilkenson (Blanchett). Se trata de una vieja india con fiebre a la que, mientras termina sus evacuaciones, recomienda que le pongan un paño frío en la frente y le recen unos salmos.
De vuelta a su "consulta" se lava las manos y observa detenidamente a su paciente, ojos, oídos, boca ... ¡Ya está!, tiene un diente infectado (el único que le queda) y hay que arrancarlo inmediatamente. Lo normal sería tratar la fiebre y la inflamación antes de intervenir, pero bueno. Le aplica tópicamente pasta de coca, "pero no la trague", saca las tenazas sacamuelas, un tirón y diente fuera. "Hija de puta" le suelta la enferma. "Págueme ahora" le contesta Maggie.
Algunos la consideran algo "bruja", pero la mayoría tiene buena opinión de sus tratamientos y se limitan a tenerla por curandera. Acude también a consultarla un indio maduro de larga cabellera, Jones (Lee), que resulta ser su padre que abandonó a la familia hace muchos años, "Siempre hay algo por ahí y te vas". Mala relación entre padre e hija, aunque esta atiende su dolencia. Se trata ahora de un desgarro muscular en la zona pectoral que le impide respirar, lo resuelve con un emplasto de álamo (seguramente corteza) picado en el mortero. También tiene conocimientos veterinarios a juzgar por el ungüento que les aplica en la cara.
Marchan al día siguiente a los pastos de las vacas el amigo de Maggie y un criado con sus dos hijas, Lilly (Wood) y Dock (Boyd), la primera con su medicina para los "pinchazos". Se hace de noche, no regresan a casa y a primera hora lo hace uno de los caballos. Parte Maggie enseguida y se encuentra con una de las escenas más espeluznantes de la película, en medio de la niebla del bosque aparecen los dos hombres descuartizados, un ternero desollado y Dock vagando como alma en pena. De Lilly ni rastro.
Sigue en zona spoiler.
Película correcta, bien ambientada e interpretada, donde lo más interesante viene dado por la condición de curandera de la protagonista, pues nos muestra con precisión documental sus curaciones, y, sobre todo, por el tono mágico y espiritual que envuelve toda la trama. Así, cuando algunos personajes entran en trance son capaces de dialogar con las aves, comunicarse a través de ellas con los suyos e, incluso, experimentar lo que podemos llamar transposición corpórea de un lugar a otro.
Es posiblemente este tono sobrenatural, misterioso y mágico lo más interesante de la obra que, por otra parte, está lastrada por un metraje excesivo que le comunica un ritmo irregular con momentos en que la atención del espectador decae claramente.
Una película interesante que encajaría en lo que podríamos llamar western mágico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lafuente Estefanía
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