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Voto de piensaencines:
6
Musical. Fantástico. Comedia Versión moderna de varios cuentos de los Hermanos Grimm que entrelaza las tramas de algunas historias seleccionadas y explora las consecuencias de los deseos y las inquietudes de los personajes. Un musical que sigue los cuentos clásicos de Cenicienta (Anna Kendrick), Caperucita Roja (Lilla Crawford), Jack y las judías mágicas (Daniel Huttlestone) y Rapunzel (MacKenzie Mauzy). Todos ellos se combinan en una historia original que ... [+]
16 de enero de 2015
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Érase una vez un batiburrillo de cuentos clásicos mezclados y remezclados con cancioncillas atronadoras, con bastante sentido del humor y cierta mala leche, que Disney tuvo a bien edulcorar para uso y disfrute de toda la familia, la abuela incluida.

El batiburrillo se puso en manos de Rob Marshall, director poco dado a riesgos aunque bastante eficaz, y quedó como se pretendía, en un producto light que ni cansa, ni aburre, ni empacha, ni indigesta, ni sacia, ni apasiona.

Es ante todo y por encima de todo un "Producto Disney" para lo bueno y para lo malo: No es un musical al uso, sino una comedia salpicada de canciones, muy en la linea de sus clásicos animados de los 90 y 2000, con un ritmo frenético y un sentido del humor más ácido y mordaz de lo que pudiera parecer en principio. Un producto que se ve y se digiere con facilidad, más para disfrutarlo que para recordarlo.

Todos los elementos son de primera, empezando por el impresionante vestuario de la habitual de Tim Burton: Coleen Atwood y el diseño de producción de Dennis Gassner y Anna Pinnock; el ágil libreto de James Lapine (transformado en guión por él mismo), la cargante partitura de Stephen Sondheim (que es quizás lo que menos favorece a este supuesto musical), el estupendo montaje de Wyatt Smith, la impecable producción Disney, la dirección efectiva de Marshall...pero por encima de todo, el reparto...o parte de él.

A pesar de mi animadversión por la Streep, aquí tiene un papel bastante secundario y no sólo no molesta, sino que su habitual recital de muecas le favorece. Curiosamente, cada vez que aparecía ella en pantalla imaginaba a Helena Bonham Carter, y por alguna extraña razón la echaba de menos.

Aún así, ni de lejos merece la nominación a esos premios abominables que año tras año la regalan...y en este caso, menos que de costumbre. y no porque su actuación sea mala, sino porque muy por encima de ella están: la nunca suficientemente valorada Emily Blunt, la joven Anna Kendrick como una indecisa Cenicienta y la magnífica veterana Christine Baranski, como cruel y socarronamente encantadora madrastra.

Casi todos los personajes masculinos flaquean, en especial Chris Pine como príncipe poligonero. Pero el gamberro número musical que se marca con su hermano príncipe (Billy Magnussen), autoalabándose como sendos narcisistas que son, es memorable.

Poco hay que achacarle a este divertimento aparentemente inocente, salvo que quizás podría haber incidido más en su vertiente oscura. Que no se hayan explotado todo lo que se podía las hilarantes situaciones y enredos que se crean y que casi todo se haya quedado en un apunte de lo que podría haber sido. Lo que nunca sabremos es si eso es por la evidente falta de maestría de Marshall, o por castración de la productora.

Resumiendo: un producto digno y entretenido sin más, que quizás nunca debería haber sido un musical, y al que en justicia, tampoco se le puede llamar musical...de lo cual me alegro.
piensaencines
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