Judy Garland tenía un don único, que también fue su maldición, ya que por su culpa tuvo una vida difícil y una muerte prematura. Este biopic nos da algunas leves pinceladas de como fue este ascenso a las estrellas, y sobre todo indaga en su fulminante caída.

Lo cierto es que si no conoces mucho sobre la rutilante protagonista de El Mago de Oz, esta película no resolverá tus dudas, eso sí, podrás disfrutar de la mimetización de una actriz con su personaje, ya que a Renée Zellweger, en el mejor papel de su carrera a fecha de hoy, no se la ve por ninguna parte, para de este modo transmitirnos, con una interpretación llevada al límite, la decadencia, la nostalgia y la tristeza que desprendía un mito del séptimo arte durante sus últimos años. La cara más amarga de una época y un mundillo donde no siempre prevalecía el glamour.

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