Nacho Vigalondo reinventa el subgénero de catástrofes monstruosas al estilo Godzilla en una película que hace reír, tiene acción, conmueve e incluso transmite un importante mensaje abordado con mucha originalidad. Y es que si en algo destaca el guión escrito por Viglando, es en ser diferente a cualquier cosa que hayamos visto antes y en saber mantener la intriga de principio a fin. Además, a pesar de que los bichos gigantes ocupan mucho espacio físico en pantalla, son los actores en carne y hueso quienes copan todo el protagonismo, interpretando unos personajes tridimensionales que evolucionan mientras el espectador se divierte y sorprende por partes iguales.

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