Un soplo de aire fresco dentro de las películas de espías que usa los tópicos de este género, a la vez que se ríe de ellos, añadiendo una acertada mezcla de humor satírico inglés y una violencia extremadamente cruda no apta para todos los públicos. Los actores elegidos encajan en sus papeles como un traje hecho a medida gozando todos de su momento de gloria y siendo relevantes en un convencional argumento que sólo está al servicio del espectáculo y de las constantes escenas de acción. Sin concesiones y manteniendo un mínimo de lógica dentro del estrafalario contexto que se han inventado, es una garantía de diversión desde el primer minuto.

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